Teoría israelí:

Jesús habría muerto de una embolia pulmonía

Jesús pudo haber muerto de una embolia (coágulo) pulmonar y no de asfixia o por pérdida de sangre durante su crucifixión. Así lo manifestó en doctor Benjamín Brenner, investigador del Centro Médico Ramban de Haifa.

El doctor Brenner dijo que había divulgado esta teoría con el objetivo de difundir su campaña contra la embolia pulmonar, un desorden potencialmente fatal asociado, frecuentemente, a los viajes prolongados en avión.
Un estudio médico acerca de las causas de la muerte de Jesús descartó la teoría, y estudiosos de la Biblia indicaron que, si bien la causa fisiológica de la muerte de Jesús podría resultar interesante, tales estudios no incluyen la dimensión espiritual.
»Se sabe que una causa común de la muerte de alguien que recibe traumas múltiples y está inmovilizado y deshidratado es la embolia pulmonar», dijo Brenner en la revista ‘Journal of Thrombosis and Haemostasis’. “Esto concuerda con el estado de Jesús, y era probablemente una causa común de la muerte de los crucificados’”.
Brenner basó sus teorías acerca de la muerte de Jesús en un artículo de 1986 publicado en la revista ‘Journal of the American Medical Association’, que citaba pasajes del Nuevo Testamento y fuentes religiosas contemporáneas.
Ese artículo dice que Jesús, antes de su crucifixión, pasó doce horas sin comer ni beber, se hallaba bajo fuerte tensión emocional y fue golpeado y obligado a caminar hasta el Calvario llevando sobre sus hombros una pesada cruz de madera. Luego fue azotado antes de ser clavado a la cruz, con lo que perdió mucha sangre.
Brenner afirma que los autores de ese estudio no consideraron la posibilidad del coágulo porque las repercusiones de esto último no eran muy bien entendidas en aquella época. »El tema del coágulo sanguíneo ha sufrido cambios significativos en los últimos 20 años», dijo.