Con una participación del 58% de los jordanos registrados en el padrón electoral, los resultados oficiales informados revelan que los candidatos tribales y progubernamentales obtuvieron al menos las dos terceras partes de los escaños en disputa.
Concretamente, los diputados afines al rey Abdalá II serán 40, mientras que a otros 22 diputados también se les considera progubernamentales. Las últimas elecciones jordanas tuvieron lugar en 1997. Los siguientes comicios tenían que haberse celebrado en 2001 pero el Rey Abdalá fue retrasando la fecha.
La victoria islamista en las grandes ciudades se explica porque la mayoría de la población urbana es de origen palestino y suele tener simpatía por cuadros políticos fundamentalistas en contraposición a los habitantes de las zonas rurales donde los votantes tribales son más proclives al Rey y la monarquía.
Los islamistas consideran los resultados como una victoria y prometieron que harán una oposición constructiva pero crítica.
“Haremos que se escuche nuestra voz -dijo Mohamed Abu Faras, uno de los más importantes líderes islamistas- y haremos que cualquier gobierno que se forme sea responsable si decide renunciar a los derechos del pueblo y se convierte en aliado estratégico de judíos y americanos”.
¿Más fundamentalismo en la región?…