El primer ministro holandés Jan Peter Balkenende dijo al electorado que «no deben dejarse influenciar por Francia».
De triunfar el «no» en Holanda, la UE podría quedar inmersa en una crisis seria política.
«No debemos jugar con fuego. Debemos mantener la calma», dijo el canciller luxemburgués Jean Asselborn.
Aseguró que un respiro político de lo acontecido en Francia ayudaría a que Irlanda, Dinamarca, Polonia y otros países realizaran en paz sus propios referendos. Algunos países descartaron la idea y someterán la carta a una votación en sus respectivos parlamentos.
El Presidente de Austria Heinz Fischer -de visita a México- consideró que porque Francia haya dicho «no» -a la constitución de la UE- no pone en riesgo la unidad alcanzada hasta el momento.
Javier Solana, secretario de la UE para Asuntos Internacionales afirmó que «Lo crucial es que sigamos trabajando de la misma forma como lo hicimos con anterioridad y que no nos contagiemos de una parálisis psicológica».
El primer ministro británico Tony Blair, por su parte, cree que se deberían rever los planes en la próxima cumbre de la UE en Bruselas y destacó que los 25 miembros deben tener una mente amplia.
La carta magna europea debe ser aprobada por los 25 países miembros de la UE. Hasta ahora nueve naciones lo han hecho: Austria, Hungría, Italia, Alemania, Grecia, Lituania, Eslovaquia, Eslovenia y España.