El Primer Ministro israelí Ariel Sharón y el ministro de Hacienda Benjamín Netanyahu asistieron a la ceremonia de asunción de Fischer y rechazaron las críticas recibidas por nombrar al mando del Banco Central a alguien que no nació en Israel y ni siquiera residía allí.
«Ciertamente que podemos cumplir nuestros sueños, mejorar a nuestra sociedad y nuestro pueblo, y fortalecer nuestra solidez económica. Si tuviera que elegir a alguien en el mundo que comprenda y que haya demostrado su compromiso con el concepto de la integración de los principios de una economía abierta y el potencial del conocimiento, diría que Stanley Fischer es el primero de la lista de candidatos» aseveró Netanyahu.
Fischer, un judío que habla hebreo, recibió la ciudadanía instantáneamente bajo la Ley del Retorno israelí y recibió su cédula de identidad israelí el mismo domingo en que asumiera sus funciones, de mano del ministro del Interior Ophir Pines Paz.
Las principales objeciones que recibe Fischer están relacionadas a su desconocimiento acerca de la política y la economía israelí. Sus críticos afirman que el nuevo titular del Banco Central no será capaz de comprender los problemas específicos de Israel.