La CIA determinó que no había armas en Irak

Acaba de caerse el argumento utilizado por el Presidente de los Estados Unidos, George Bush, para atacar Irak: la supuesta posesión de armas de destrucción masiva en manos de Sadam Husein fue, oficialmente, enterrada por investigadores estadounidenses. Luego de dar por concluida la búsqueda de armas de destrucción masiva en Irak, el equipo de inspección de la CIA en Irak confirmó que no ha encontrado ninguna prueba de la existencia de las mismas así como que tampoco hayan sido escondidas en Siria tras la invasión, en marzo del 2003.

«Es improbable que se produjese un traslado oficial de materiales relacionados con armas de destrucción masiva de Irak a Siria», concluyó Charles Duelfer, inspector de la CIA, en una parte del informe emitido en octubre de 2004. Duelfer recomendó que los detenidos por la presunta relación con esos supuestos arsenales fuesen liberados. «No hemos encontrado ningún alto funcionario del espionaje o político que tuviese conocimiento directo del envío de armas» a Siria afirmó rebatiendo otro de los argumentos con los que la Casa Blanca pretendió justificar la existencia de los arsenales y, por lo tanto, su invasión posterior.
El próximo 1 de mayo se cumplirán dos años desde que George W. Bush declarara el fin «de las operaciones militares de envergadura» en Irak, aunque la situación dista de estar solucionada.