A pesar del escaso número de manifestantes, la policía se esforzó por evitar que ninguno pudiera llegar al Monte del Templo o Explanada de las Mezquitas (según el nombre dado por judíos y musulmanes respectivamente) y generar tensiones con la comunidad musulmana, que considera este sitio como uno de sus lugares sagrados.
La Policía impidió el acceso a la zona, también, a cuatro parlamentarios israelíes de extrema derecha: Uri Ariel y Aryeh Eldad, de la Unión Nacional, y Yehiel Hazan y Michael Ratzon, del partido del Primer Ministro, Ariel Sharón, del Likud.
A pesar de que la organización de extrema derecha Revava aseguró que llevaría a miles de personas a la zona, sólo varias decenas de ellas acudieron a la marcha de protesta.
El único incidente se produjo cuando un policía resultó herido al alcanzarle una de las piedras lanzadas por manifestantes musulmanes, que acudieron a proteger la Explanada, lugar santo para ellos y donde está situada la mezquita de Al Aqsa.
Israel desplegó más de 3.000 policías en el centro de Jerusalem para impedir a los manifestantes judíos entrar a la zona en cuestión.
También, soldados israelíes arrestaron al líder político de Hamas en Cisjordania, Hassan Yusef, quien había realizado unas declaraciones a la televisión Al Yazira en la Explanada de las Mezquitas, a pesar de las restricciones impuestas por los israelíes