Shlomo ben Ami y cómo continuar el proceso de paz:

El ‘Plan de Toledo’

El ex canciller israelí y vicepresidente del Centro Internacional de Toledo para la Paz (CITPax), Shlomo ben Ami, advirtió que la retirada israelí de la Franja de Gaza debe acompañarse por acciones creíbles a favor del Estado palestino y del desmantelamiento de los asentamientos en Gaza y Cisjordania, ya que, afirmó, los grupos armados palestinos sólo se encuentran en una situación de "reposo del guerrero" mientras "preparan las armas" para utilizarlas cuando el proceso de paz deje de ser creíble. Luego que se haya producido la retirada de Gaza, el ex negociador de Ehud Barak, Shlomo ben Ami, acaba de lanzar la siguiente propuesta desde España:

Ben Ami presentó sus “propuestas para la gobernabilidad de la franja de Gaza en el contexto de la anunciada retirada israelí», elaboradas a iniciativa del CITPax y redactadas por un grupo de trabajo formado por expertos israelíes y palestinos (procedentes del entorno del hombre fuerte de Al Fatah en la Franja de Gaza -y actual ministro palestino de Asuntos Civiles- Mohamed Dahlan) y un grupo de representantes de la comunidad internacional conformado por personalidades de España, Canadá e Irlanda.
La flamante propuesta, conocida como el ‘Plan de Toledo’, prevé como primera medida la creación de una administración transitoria en la Franja de Gaza, que denominaron como la Autoridad Provisional Palestina (APP), que asumiría el gobierno tras la retirada israelí.
Según Ben Ami, la idea de la APP fue propuesta aún cuando Arafat era Presidente de la AP («no estaba enfermo ni moribundo»), en un intento por crear una administración internacional semejante a la de Kosovo. En su primera redacción, el texto establecía que «en vista de que experiencias anteriores han demostrado que los programas de reforma de la AP se llevaban a cabo de forma superficial, no debería permitirse que sean los actuales líderes palestinos los encargados de ejecutar reformas importantes».
No obstante, la muerte de Arafat, y la posterior elección de Abú Mazen como Presidente de la AP, así como las elecciones parlamentarias previstas para el próximo mes de julio, modificaron este planteo para favorecer «una Autoridad Palestina elegida democráticamente».
En este caso, la APP actuaría como una «extensión legítima de la Autoridad Palestina, cuya capital es Ramallah», afirmó el ex ministro.

Seguridad y grupos armados
El ‘Plan Toledo’ considera prioritaria la seguridad para que la retirada de Gaza lleve a una reanudación efectiva del proceso de paz. Y para ello propone la creación de una fuerza internacional y que Egipto juegue un rol destacado para facilitar la retirada bajo los auspicios de la fuerza internacional.
También prevé la integración de todas las fuerzas de seguridad actualmente en acción en la Franja de Gaza, la prohibición de la actuación de grupos o milicias independientes y la creación de una cadena de mando palestina «clara y unificada». La propuesta destaca que la comunidad internacional debe negar su apoyo a cualquier aparato de seguridad palestino que no haya sido «previamente creado y aprobado por una autoridad política palestina legítima».
Respecto al papel de las milicias radicales palestinas, Shlomo ben Ami calificó de «interesantes» los últimos cambios detectados, fundamentalmente, en el Movimiento para la Resistencia Islámica (Hamás), reflejados en su participación en las próximas elecciones de julio, la posible aceptación de las fronteras de 1967, la aceptación del alto el fuego y las negociaciones para integrar la Organización para la Liberación de Palestina (OLP).
Ben Ami alertó, también, acerca de cualquier frustración en las expectativas creadas con la retirada de Gaza de modo de que no genere el resurgimiento de la violencia. Al respecto, por ejemplo, considera “muy preocupante” la carta enviada por George W. Bush al Primer Ministro Ariel Sharon, en la que daba su consentimiento para que Israel se reservara un espacio en Cisjordania para el levantamiento de bloques de asentamientos.
«Sharón ya está construyendo asentamientos en estos territorios que le ha prometido Bush sin contar con los palestinos», indicó el ex ministro israelí. «Si yo fuera un radical palestino, pensaría que de la misma forma que los israelíes se retiraron unilateralmente de El Líbano, gracias a Hezbolá, y se están retirando unilateralmente de la Franja de Gaza -porque ya era insostenible- igualmente se retirará de Cisjordania» gracias a la presión armada palestina, explicó.
«Las organizaciones radicales palestinas están en una situación de descanso del guerrero, pero están preparando las armas para el futuro, aunque no las utilizarán si hay un proceso de paz que tenga credibilidad», advirtió.
Ben Ami considera prioritario que la retirada de la Franja de Gaza sea seguida de la libertad de circulación de los palestinos en el territorio, de una relación más fluida entre Gaza y Cisjordania y de un compromiso israelí por llevar a cabo un proceso similar en Cisjordania «en su momento».
La retirada de Gaza, aclaró, debe ser la base para la creación de un «Estado palestino con fronteras reconocidas». Si esto no sucediera, estaría abriéndose «la posibilidad de que siga la lucha armada», advirtió Ben Ami.
Del lado palestino, es fundamental que los sus políticos gestionen la transición luego de la retirada, ya que una salida israelí exclusivamente unilateral «crearía las condiciones para la ilegitimidad y sería un peligro para el proceso de paz».

Asentamientos

El futuro de los asentamientos es otro de los grandes temas dentro de la propuesta. Al respecto prevé la formación de un comité palestino y miembros de la fuerza internacional de paz con el objetivo de tomar «decisiones transparentes y justas sobre los bienes hasta que se haya transferido totalmente su propiedad y control a la APP a Gaza».
Para Shlomo ben Ami, la constitución de las colonias fue una «locura a la que, afortunadamente, se está poniendo fin». Recordó que en la Franja de Gaza 8.000 colonos judíos controla el 40% de las tierras cultivables (allí residen 1.300.000 palestinos).
Ben Ami considera que los colonos que luchan por impedir la retirada «saben que Gaza es una batalla perdida», pero siguen oponiéndose para evitar el desmantelamiento de los asentamientos en Cisjordania. «Lanzan al Gobierno el mensaje de que erradicar las colonias va a significar un precio muy alto, para que no se haga lo mismo en Cisjordania», afirmó.
Según las últimas encuestas, «la mayoría de la población israelí piensa que se debe dividir Jerusalem en dos capitales» y «una abrumadora mayoría -de israelíes- piensa que el futuro Estado palestino debe ajustarse a las fronteras de 1967», cuando -finaliza- «hace un año, a cualquier político que dijera lo echaban del pueblo».