Funcionarios israelíes de seguridad advierten que los colonos, en su desesperación, recurrirán a la violencia para impedir la evacuación, incluso prevén atacar lugares santos disputados con los musulmanes en Jerusalem y asesinar al Primer Ministro Ariel Sharón.
El viceprimer ministro israelí Ehud Olmert opinó que las protestas contra la retirada habían pasado ya su pico de máxima intensidad y que los activistas tendrían dificultades para organizar grandes concentraciones.