Rato recomendó al gobierno argentino «respeto por la iniciativa privada» y «reglas claras para el funcionamiento de capitales nacionales y extranjeros».
Lo hizo después que Kirchner reclamara un boicot contra la empresa anglo-holandesa Shell, por haber aumentado el precio de sus combustibles.
Rato expresó también que la actitud ante las empresas privadas «formará parte de las discusiones que tendremos con el gobierno argentino, de cara a un posible nuevo programa con el FMI».
«Ya tuvimos una triste experiencia con el FMI para que nos de esos consejos directos o indirectos sobre las inversiones en la Argentina», expresó Kirchner durante una ceremonia en la Casa de Gobierno argentina.
«Nosotros -agregó- queremos las inversiones, pero las buenas inversiones. Que venga todo el mundo a trabajar a la Argentina y que tengan rentabilidad. Pero ese tipo de tutelaje no lo deseamos y ya la Argentina lo sufrió demasiado».
