La nueva postulación de Omar Karami al cargo de Primer Ministro desencadenaría nuevamente las protestas de la oposición, que exige la formación de un Gobierno libre de influencias sirias.
En las montañas al norte y este de Beirut los soldados sirios ya abandonaron las bases en las que permanecieron casi tres décadas.
Desde un camión que remolcaba un obús de 155 milímetros, un teniente sirio comentó a los periodistas que cubrían la retirada que «algunos de nosotros vamos a Siria y otros al valle del Bekaa».
Por su parte, el Presidente estadounidense George W. Bush, afirmó que la retirada de El Líbano anunciada por Siria sólo es «una medida a medias», ya que los servicios de Inteligencia sirios ejercen una «fuerte» influencia sobre el Gobierno libanés.
Bush reiteró su llamado a Siria para retirar a todos sus soldados y fuerzas de Inteligencia de El Líbano y agregó que Estados Unidos está consultando con sus aliados sobre los posibles pasos a seguir si Damasco se niega a una retirada completa.