Estas nuevas formas están vinculadas a algunas comunidades árabes norafricanas asentadas en el continente, y no precisamente de movimientos neonazis que declaman o pretenden imponer “supremacía aria”.
El encuentro fue organizado conjuntamente por el Congreso Judío Europeo, el Centre Europeén Juif d’Information y el Intergrupo del Parlamento Europeo sobre Racismo y Diversidad, cuyo presidente, el diputado Claude Moraes, abrió la conferencia y dio la bienvenida a los participantes.
El secretario general del Congreso Judío Europeo, Serge Cwajgenbaum, se refirió a la construcción de la identidad europea y la necesidad de afirmarla a través de la enseñanza de la historia del continente y del Holocausto. También enfatizó acerca de la naturaleza especial que presentan la mayoría de las agresiones antisemitas en Europa, particularmente las perpetradas por una pequeña minoría perteneciente a las comunidades árabes inmigradas al continente.
Jean-Philippe Moinet, secretario general del Alto Consejo para la Integración, dependiente del ministerio francés para la Cohesión Social, reflexionó acerca de este desarrollo, denominándolo “el nuevo antisemitismo”.
Varios diputados del Parlamento Europeo que asistieron al encuentro, expresaron sus opiniones al respecto, algunos de ellos solicitando que este mismo Parlamento analice y legisle sobre lo que todos lo ponentes calificaron de una especie concreta de antisemitismo.
El diputado David Sumberg, del Reino Unido, afirmó que “el problema que estamos enfrentando, es singular en su género” y que “los políticos se muestran débiles y dubitativos en adoptar acciones adecuadas”.
El diputado Ford enfatizó en que el Parlamento Europeo tiene que considerar una prohibición continental de la simbología nazi. La socialista alemana Barbara Weiler también apoyó esta propuesta, recordando que los símbolos nazis ya están vedados en su país.
Este encuentro resultó un comienzo alentador y ya se adelantó que existirán sesiones del Intergrupo contra el Racismo y en pro de la Diversidad.