Según manifestó el director de ‘Stage’, cuatro guardias de seguridad impidieron al suicida entrar en el local, lo que evitó una tragedia aún mayor.
En varias comunicaciones anónimas, el ataque fue atribuido a la Yihad Islámica y las Brigadas de Mártires de Al Aqsa, aunque el hecho de que Al Manar, el canal de la guerrilla libanesa Hizbollá, diera crédito a la autoría de la Yihad hizo que fuentes israelíes y palestinas señalaran a este grupo islamista apoyado por Siria.
Este nuevo y duro atentado deja en una situación muy delicada a la AP, cuyos dirigentes se apresuraron a condenar el ataque y a convocar una reunión de emergencia en Ramallah.
Cabe recordar que los grupos armados palestinas pactaron con Abú Mazen, lo que califican de «periodo de calma», pero se negaron a declarar un alto el fuego formal.
Desde que se decretó la tregua, el Gobierno de Ariel Sharón ya liberó a 500 prisioneros palestinos sin delitos de sangre.
Israel, por su parte, reaccionó con un discurso más que conocido: que las autoridades de la AP desmantelen a los grupos armados.
Pese a esta reprimenda política, Israel mira hacia Siria por la acción que se atribuyó la Yihad Islámica en la ciudad cisjordana de Tulkarem y desde Beirut.
«Tenemos pruebas que relacionan directamente a Siria con este atentado», declaró el ministro israelí de Defensa, Shaul Mofaz.
La hipótesis de Israel es que un comando de la Yihad Islámica de Tulkarem cumplía órdenes directas de Siria. El liderazgo de la Yihad Islámica en los territorios ocupados, de Gaza, había negado su implicación en el atentado, del que la Autoridad Palestina responsabilizó a Hizbollá.
Testigo en video
En un video distribuido por la Yihad, el suicida -Abdalá Badra, de 22 años, oriundo de Tulkarem- afirma que el atentado tuvo como objetivo «atacar a la AP, que actúa siguiendo los intereses norteamericanos».
La autoría de la Yihad deja en una situación delicada al presidente palestino Mahmud Abbás y pone en cuarentena las esperanzas de paz de la región.
«Me alegra saber que los grupos palestinos han negado la autoría del ataque, pero existe una tercera parte que desea sabotear el proceso de paz y destruir los intereses palestinos», dijo Abú Mazen antes de conocer el vídeo de Badra.
Abbas sabe que esta operación suicida tiene el propósito de desviar el camino hacia un cese de hostilidades israelí palestino, primer paso para emprender cualquier plan de paz.
El presidente de la ANP juró a la prensa en la ciudad cisjordana de Ramallah que los responsables de ese acto serán llevados ante la justicia.
En círculos israelíes no se descarta que el atentado tuviera un mensaje dirigido al gobierno del Primer Ministro Ariel Sharón, de que está fuera del límite con el Proyecto unilateral de desconexión y con la amnistía a 900 presos palestinos.
El Primer Ministro Ariel Sharón, condicionó la continuidad del diálogo a que el Presidente palestino, Abú Mazen, adopte una posición de fuerza contra las milicias y no se limite a negociar con ellas como hasta ahora.
“No habrá ningún progreso diplomático hasta que se tomen medidas enérgicas para acabar con los grupos terroristas en el territorio de la Autoridad Palestina”, afirmó el líder israelí.
Mazen, por su parte, ordenó a sus jefes de las fuerzas de seguridad que descubran y detengan a quienes están detrás del atentado, advirtiéndoles de que si no obtienen resultados pronto rodarán cabezas.
El mensaje que dejó grabado el suicida, Aballah Badran, de 21 años, es muy crítico contra Abú Mazen, a quien acusaba de “traidor”, de ser un títere de Estados Unidos e Israel y de haber “comerciado con la sangre de los mártires”.
Israel, mientras tanto, suspendió la transferencia de las ciudades de Cisjordania prevista para los próximos días, anticipó que reanudará los asesinatos selectivos si Abú Mazen no pasa a la acción y que reconsiderará la liberación pendiente de 400 prisioneros.
En cuanto al cónclave que esta semana celebrará en Londres sobre el futuro del Medio Oriente por el momento no se ha suspendido.