Buenas noches. Es un gran placer para mí darles la bienvenida aquí, en Jerusalén, la eterna Capital del pueblo judío y la Capital Unida por siempre del Estado de Israel.
Hoy, el Estado de Israel dio un paso decisivo para su futuro. El Gobierno de Israel aprobó mi propuesta y resolvió reubicar los asentamientos israelíes de la Franja de Gaza y cuatro comunidades al norte de Samaria.
Han pasado sesenta años desde mis comienzos sirviendo al pueblo de Israel, empezando como Comandante de la Compañía B del 32° Batallón de la Brigada Alexandroni, hasta obtener la confianza del pueblo cuando, hace 4 años, fui electo Primer Ministro. Durante todos esos años, tomé cientos, sino miles, de decisiones. En su mayoría, fueron decisiones de destino, algunas de vida y muerte. Sin embargo, la disposición respecto del Plan de Desconexión fue, para mí, la más difícil de todas.
Acompañé a los colonos de la Franja de Gaza cuando servía como Jefe del Comando Sur y, luego, como ministro en los Gobiernos de Israel. Tuve el privilegio de ver el primer invernadero establecido, el primer campo cultivado, casas construidas y niños que nacieron en esos lugares. Estuve, junto a ellos, en sus momentos difíciles, atendiendo sus necesidades de seguridad cotidianas, en su postura valiente al enfrentar bombardeos y ataques terroristas. Como Primer Ministro, como ciudadano del Estado de Israel y como granjero me siento orgulloso de sus logros, por su coraje y por su gran amor por la tierra.
Sin embargo, existen momentos que la demanda es de liderazgo, determinación y responsabilidad, aún cuando no parezca popular, aún cuando la decisión resulta difícil. Mi tarea, como Primer Ministro y nuestra tarea como Gobierno, es ver todo el cuadro en su totalidad. En una visión más amplia, el Plan de Desconexión asegura el futuro del Estado de Israel, como estado judío y democrático, fortifica nuestra seguridad, fortalece nuestra economía, mejora nuestra posición internacional y promueve la oportunidad de paz en esta región. La decisión que tomó el Gobierno de Israel hoy fue difícil, realmente difícil. Sin embargo, se trata de una determinación de esperanza para los ciudadanos de Israel, esperanza por un futuro mejor para todos nosotros.
Quisiera agradecerles por estar aquí, en Israel, demostrando vuestra solidaridad. Nos encontramos en una hora crítica para la sociedad israelí y su unidad. En este período, tan complicado y delicado, el apoyo y solidaridad de las comunidades judías al Estado de Israel son de gran importancia. Vuestro apoyo al Estado de Israel, vuestra posición a nuestro lado, es importante ahora, quizá más importante que nunca.
El miércoles pasado, la Knesset (Parlamento) aprobó, por mayoría, la ley que permitirá la implementación del Plan de Desconexión. Y, como afirmara anteriormente, hoy mi Gobierno votó a favor de la implementación del Plan. A la luz de estas dos decisiones, estamos- actualmente- procediendo con los preparativos para abandonar la Franja de Gaza; un proceso que comenzará en cinco meses a partir de hoy.
Dije, anteriormente en hebreo, que en todos mis años de servicio, tomé cientos, sino miles, de decisiones, muchas relacionadas a la vida y la muerte. Pero la decisión sobre el Plan de Desconexión es la más difícil de todas. Sin embargo, estoy convencido que el paso que se dio es el correcto, al asegurar el futuro de Israel como Estado Judío democrático. Es el paso correcto mientras aspiramos a mejorar nuestra economía, fortalecer nuestra seguridad y mejorar nuestra posición internacional. El Plan de Desconexión le da al pueblo israelí esperanza para un futuro mejor; esperanza para un Israel mejor.
Tenemos sueños y objetivos. Deseamos absorber millones de nuevos inmigrantes. Deseamos ser el lugar donde toda la juventud judía sueñe con concretar su futuro. Deseamos ser un símbolo de orgullo para todos los judíos del mundo. Hay mucho trabajo por realizar para alcanzar estos objetivos, pero estoy seguro que hoy dimos un gran paso hacia el cumplimiento de este sueño.
Hace dos semanas, estaba en Sharm el-Sheikh, junto al Presidente de Egipto, Sr. Hosni Mubarak, el Rey Abdullah II de Jordania y el Presidente de la Autoridad Palestina, Sr. Mahmoud Abbas. Acordamos que debemos dar muchos pasos para hacer progresar el Medio Oriente. En la decisión del Gobierno de hoy, Israel demuestra voluntad para llegar a acuerdos dolorosos y dar grandes pasos para alcanzar la paz. Lo he dicho muchas veces, y me gustaría repetirlo hoy.
Por una paz genuina y real, tenemos la voluntad de llegar a acuerdos dolorosos. Pero hay una sola cosa para lo cual no tenemos voluntad de llegar a ningún tipo de arreglo o solución, ni ahora ni en el futuro, en lo concerniente a la seguridad de los ciudadanos israelíes y a la seguridad del Estado de Israel. Lo dije allí y lo diré nuevamente aquí: cuando se pone en juego la seguridad, no hay nada que negociar. Ni ahora ni en el futuro. Esperamos que nuestros vecinos tengan, también, el coraje de dar pasos audaces. Si cada parte da los pasos necesarios, entonces un Medio Oriente pacífico es una posibilidad real para el futuro. Y creo que podemos concretar este futuro.