Publicado en ‘La Vanguardia’ -14 de febrero de 2005-:

Temores en Israel de que un suicida judío intente asesinar al Primer Ministro Sharón

Dos ministros israelíes advirtieron ayer a Ariel Sharón que radicales de extrema derecha intentarán asesinar al primer ministro para frenar la retirada de Gaza y el desmantelamiento de los asentamientos. A pesar de ello, Sharón sigue adelante con los planes de retirada.

Por Enrique Cymerman (Desde Jerusalem, Israel)

Mientras el Gobierno israelí ha ratificado la liberación a partir de hoy de 500 presos palestinos y el retorno gradual a Cisjordania de los 56 deportados de la basílica de la Natividad de Belén, que se hallan en Gaza y en varios países europeos, surge en Israel el fantasma de un nuevo magnicidio.
Dos miembros del Gobierno advirtieron ayer en el Consejo de Ministros que presidía Ariel Sharón que radicales de extrema derecha intentarán asesinar al Primer Ministro para frenar la retirada de Gaza, y el desmantelamiento de sus 21 asentamientos y de cuatro de Cisjordania, previstos para julio.
Uno de ellos es el ministro de Infraestructuras, el laborista Beniamin Ben Eliezer, que un mes antes del asesinato del laborista Yitzhak Rabin, en noviembre de 1995, subrayó la importancia de celebrar un debate serio sobre la cuestión, «pero Rabin me cerró la boca y nadie me escuchó». Poco después, un radical judío lo asesinó tras un acto a favor de la paz en el centro de Tel Aviv.
Ben Eliezer, de origen iraquí, presentó al Gobierno una carta amenazadora que recibió: «Sangre árabe recorre tus venas y por esta razón debes abandonar Israel y volver a Irak para defender a Saddam Hussein.
Eres despreciable, un miserable iraquí con sangre árabe y nazi». También el ministro Meir Shitrit, del Likud, que apoya la retirada, recibió una carta en la que le amenazan: «Verás el funeral de tus hijos y te asesinaremos a ti y a tu mujer».
Un militante de la extrema derecha israelí llamado Itamar Ben Gevir declaró a la radio: «Perseguiremos a Sharón y a los ministros por su traición». Ante ello, el ministro de Seguridad ha pedido que se aprueben detenciones preventivas en el caso de personas que amenazan con atentar contra el Gobierno, caso de Ben Gevir. En la ciudad de Beer Sheva aparecieron pintadas que dicen «Sharón, Lili (su fallecida esposa) te espera».
Expertos de seguridad señalan que «la atmósfera y el grado de incitación a la violencia por parte de radicales israelíes de extrema derecha recuerdan la época del asesinato de Rabin». Según afirman, ante el despliegue de seguridad sin precedentes en torno a Sharón el escenario más temido es que un judío extremista se intente suicidar para matar al Primer Ministro, rompiendo la cadena de seguridad a su alrededor.
Sharón declaró ayer en el Consejo de Ministros, al respecto de las cartas recibidas por sus ministros: «Me avergüenza leer estas cartas. Estamos en una situación muy seria, no puede ser que se envíen esas cartas y que no se haga nada al respecto. Hemos de tomar medidas concretas». Sharón dijo a la ministra de Justicia, Tzipi Livni, que «no es posible que puedan enviarse este tipo de cartas a ministros y que las instituciones legales ignoren el asunto». Y agregó que habrá una sesión especial sobre esta cuestión con el fiscal general y los jefes de los servicios secretos y de seguridad.
La hija del Primer Ministro asesinado, Dalia Rabin, escribió una carta a Sharón en la que decía:
«Despiértense antes de que sea tarde. El objetivo de asesinar al Primer Ministro ya está escrito en la pared.
No es suficiente con palabras, hacen falta acciones para impedirlo». El ministro Haim Ramon advirtió: «En Israel hay entre 50 y 100 radicales de los que puede salir el próximo responsable de un asesinato político».
A pesar del ambiente enrarecido, el Gobierno ha decidido también retirarse en los próximos días de la ciudad de Jericó y de otra ciudad cisjordana, entregando a las fuerzas palestinas su control. Se espera también el retorno gradual de los palestinos involucrados en atentados y ataques contra objetivos israelíes que en abril del 2002 se encerraron en la basílica de Belén. De los 13 deportados a países de la Unión Europea, tres están en España. Los restantes, que fueron enviados a Gaza, podrán volver a Cisjordania cuando lo deseen.