Abbas, quien se mostrara muy optimista ante la situación actual y contento de poder coordinar con Israel la retirada de Gaza, insistió en que los palestinos necesitan un horizonte político que los conduzca hacia un Estado real.
Para Mazen, Sharón ha hecho gestos positivos, pero «lo que queremos ahora es la aplicación sobre el terreno».
Su principal «prioridad» son los presos palestinos en las cárceles israelíes. «La situación se estabilizará y se enfriará en la franja de Gaza y en Cisjordania -afirmó el líder palestino- si Sharon nos ayuda liberando a los prisioneros».
Luego, según Abbas, habrá que discutir sobre las cuestiones políticas. Por ello, dijo, «es mejor para nosotros y los israelíes ir directamente hacia un estatus final». Mazen afirmó que así lo había planteado a Sharón y recordó que «no se puede negociar todo en diez días».
Aunque no quiso considerar nuevamente a la Intifada como «un error», destacó que «cualquier guerra tiene un final». «Y ¿cuál es el final? sentarse en torno a una mesa y conversar». En este sentido, destacó que Hamás o la Yihad Islámica «están participando en elecciones» por lo que «en un momento dado se convertirán en partidos políticos».
«Por su puesto -dijo-, no queremos lo mismo. Quieren llegar al poder si pueden. Y por eso participaron en las elecciones municipales», y luego participarán en las legislativas, previstas para el 17 de julio. «Y si ganan, y quieren el poder, están en su derecho», aseveró.
Según Abbas, las recientes elecciones municipales, en las que Hamás quedó por delante de Al Fatah -su formación- en siete de las diez ciudades en las que se celebraron, «fueron una buena lección para Al Fatah para que se dé cuenta desde dónde parte y se prepare para las siguientes elecciones».