El presidente estadounidense llegó el lunes a Sharm el Sheij, donde se reunió con los monarcas de Jordania y Bahrein, el príncipe heredero de Arabia Saudí y el primer ministro palestino, Mahmud Abas (Abú Mazen), para tratar de lograr el apoyo árabe a los responsables palestinos durante el proceso de paz. También se trató la reconstrucción iraquí y la lucha contra el terrorismo, temas también abordados en la reunión del Grupo de los 8 (G8).
Hoy, miércoles 4 de junio, Bush inicia sus reuniones con los primeros ministros de Israel, Ariel Sharón, y de la Autoridad Nacional Palestina, en Aqaba (Jordania), para convencerlos de la necesidad de tomar decisiones difíciles en este camino de la conquista de la paz y darles su respaldo personal.
«Para que quede muy claro, mi país y yo emplearemos el tiempo necesario para lograr que los dos países vivan juntos y en paz» dijo Bush tras un breve encuentro con el presidente francés, Jacques Chirac, durante la cumbre del G8.
Bush también pidió consejo a Chirac sobre el tratamiento que debe dar al papel de Siria -con tropas desplegadas en El Líbano y acusada por Estados Unidos de apoyar el terrorismo- y El Líbano.
Optimismo generalizado
Bush inauguró su ciclo de reuniones con un encuentro con el presidente egipcio, Hosni Mubarak, el anfitrión de los encuentros, y a continuación habrá una reunión general con todos los asistentes.
La Casa Blanca ha mostrado un cierto optimismo acerca de los progresos tras la segunda reunión de Sharón y Mazen, el retorno a Israel de trabajadores palestinos y el compromiso israelí de resolver la cuestión de los asentamientos en los territorios ocupados. En este sentido, el secretario de Estado, Colin Powell, celebró que Sharón empleara la semana pasada el término «ocupación» para referirse a los asentamientos.
El primer ministro israelí «demuestra que reconoce que, sea cual sea la interpretación que se haga, la ocupación de ciudades concretas o de territorio es una situación que es insostenible en el tiempo», añadió Powell. Por su parte, Bush fue más escueto: «Creo que lograremos progresos, ya estamos lográndolos».