Yunesi informó que más de 10 sospechosos fueron detenidos en Teherán y en la provincia meridional de Hormozgán desde el 21 de marzo pasado.
«Estaban espiando para el Mossad y la CIA», afirmó Yunesi.
Estados Unidos acusa a Irán de tener un programa secreto para construir armas nucleares, pero Teherán sostiene que sólo es para generar electricidad.
El ministro dijo que no se revelará la identidad de los detenidos antes de que sean enjuiciados, sin embargo aclaró que tres de ellos eran empleados de la Organización de Energía Atómica de Irán.
«Algunos eran oficiales del ejército y otros empresarios», señaló Yunsei, según lo citó la televisión del estado iraní. Los acusados están a disposición del Tribunal Revolucionario, un organismo dominado por sectores fundamentalistas que se hace cargo de los delitos contra la seguridad.
En Irán se afirma que el objetivo de los presuntos espías era interrumpir el programa nuclear iraní, «contaminar» las actividades atómicas y falsificar documentos.