El enojo de Sharón se debe a declaraciones en las que Itzik afirmó que el Primer Ministro se está «humillando. Está corriendo detrás de nosotros, no nosotros detrás de él».
Fuentes del Likud, en cambio -mencionadas por el periódico israelí ‘Haaretz’- afirmaron que las conversaciones se trabaron debido a que cada vez que saltaba un problema entre ambos partidos, los laboristas introducían una nueva demanda.
Durante las negociaciones llevadas a cabo tras la invitación del Likud, Sharón ofreció al Laborismo ocho cargos ministeriales: viceprimer ministro para el presidente del Partido Laborista, Simon Peres; cinco carteras importantes (Interior, Fomento, Vivienda, Comunicaciones y Turismo o Medio Ambiente) y dos ministros sin cartera.
Los laboristas, en cambio, aseguraron que se les había ofrecido tres viceministros, pero los negociadores del Likud sostienen que la oferta sólo incluye dos.
«Estamos cansados de los juegos de Dalia Itzik», señaló un miembro del Likud, partido desde el que se advirtió que el objetivo es «una asociación verdadera».
A su vez, el partido ultra ortodoxo Shas, con el que también negocian para formar la coalición, anunció que no entrará en el Gobierno debido a que se opone al plan de retirada de Gaza.
Momentos antes, Sharón señaló que el próximo año será decisivo para alcanzar la paz con los palestinos gracias a la aplicación de su plan de desconexión unilateral para la evacuación de Gaza.
«En 2005 se abrirá una gran oportunidad histórica que no podemos desaprovechar», afirmó el Primer Ministro en su discurso anual ante la Conferencia de Herzliya, el foro político más importante de Israel.
En ese sentido, el mandatario agregó que busca «una nueva relación con los palestinos, que conduzca a la paz y a la concreción» de las «aspiraciones» de Israel.