Cruz Roja Internacional:

Denuncian torturas en Guantánamo

La Cruz Roja Internacional denunció que en la base militar estadounidense de Guantánamo, Cuba, se producen "palizas" y "actos humillantes" a los prisioneros “equivalentes a la tortura”. Estados Unidos relativizó la denuncia afirmando que es un punto de vista. El gobierno de George W. Bush no los considera prisioneros de guerra sino combatientes enemigos de modo que, a su juicio, no están incluidos en la protección de las convenciones de Ginebra.

El tratamiento que reciben los 550 prisioneros retenidos por Estados Unidos en la base de Guantánamo (Cuba) es «equivalente a la tortura». Así lo indica un informe reservado del Comité Internacional de la Cruz Roja. Estos datos constituyen la denuncia más contundente sobre los abusos psicológicos y físicos – cometidos por interrogadores estadounidenses con el objetivo de obtener información estratégica.
Auditores de la cruz Roja Internacional visitaron el centro de detención de Guantánamo en junio pasado; y en julio, la Casa Blanca, el Pentágono, el Departamento de Estado y el comandante de la prisión de Guantánamo -el general Jay Hood- recibieron la denuncia. Así lo afirmó el periódico ‘The New York Times’, que obtuvo un documento donde están sintetizados los principales puntos del informe.
Los inspectores de la Cruz Roja denuncian «actos humillantes», «confinamientos en solitario», «posturas forzadas» y uso de «temperaturas extremas» por parte de los militares estadounidenses.- También mencionan que los métodos utilizados son cada vez «más refinados y represivos» habiendo detectado enfermedades mentales -en los presos- provocadas por las fuertes presiones a las que están sometidos.
El Pentágono, como era de prever, no comparte la denuncia.
Su portavoz, Lawrence di Rita, afirmó casi despectivamente que «es el punto de vista» del CICR. El general Hood, director de la prisión de Guantánamo, hace poco había manifestado que «no se abusa de los presos, no se los maltrata y no se los tortura de ninguna forma».
Los presos de Guantánamo no son considerados prisioneros de guerra sino combatientes enemigos por expresa decisión del presidente de Estados Unidos, George Bush, quien, así, los priva de la protección de las convenciones de Ginebra.