Los indicios están reflejados en las represalias como en asesinato del cineasta holandés Theo Van Gogh.
Las autoridades holandesas dicen que el sospechoso holandés-marroquí -acusado de matar a Van Gogh en las calles de Amsterdam a principios de noviembre- organizaba reuniones de inmigrantes influidos por la ideología Takfir, de raíces egipcias, que propone una forma purificada del Islam y condena a cualquier persona que considere enemiga de su fe.
El «guía espiritual» de las reuniones en Amsterdam, dicen funcionarios, era el sirio Reduan al-Issar, actualmente prófugo de las autoridades holandesas.
«Consideran sus propias acciones en términos de la yihad (guerra santa)», dijo el ministro de justicia holandés Piet Hein Donner.
Durante el año pasado aparecieron presuntas conexiones Takfir en otras regiones del mundo como en Francia y Jordania. En Bélgica, las fuerzas de seguridad investigan posibles vínculos entre el homicidio de Van Gogh el 2 de noviembre y recientes amenazas anónimas a políticos belgas.
Dogmatismo Takfir
La doctrina Takfir está presente desde décadas atrás denunciando -incluso- a los musulmanes moderados a los que considera en calidad de «infieles».
«Las autoridades están buscando en la dirección equivocada», dijo Azzaz Tamimi, director del Instituto de Pensamiento Político Islámico de Londres. «Muchos musulmanes se sienten presionados y esto puede lograr que la gente se radicalice. El extremismo no se da sólo en los grandes grupos terroristas. Lo vemos en las calles y los movimientos radicales lo están aprovechando».
Takfir, que literalmente significa «excomunión», desprecia las sociedades consideradas como corruptas y merecedoras de represalias.
El nombre fue acuñado en la década de 1970 por la prensa controlada por el gobierno egipcio, en un intento por convertirlo en algo atemorizador y extraño para los musulmanes típicos.
Los especialistas en islamismo afirman que los grupos terroristas podrían inspirarse en el dogma extremista de la Takfir.
Las denuncias de la Takfir incluyen a cualquiera que no sea un seguidor comprometido (llámese dogmático) incluyendo a Osama bin Laden, aunque su principal lugarteniente, el egipcio Ayman al-Zawahri, es un seguidor de la Takfir y ha dado conferencias sobre sus postulados.
«Se consideran el único grupo musulmán», dijo Diaa Rashwan, un estudioso sobre extremismo islámico.
La ilimitada suspicacia del movimiento Takfir hacia los que no pertenezcan a él y sus tácticas para ocultarse crean enormes complicaciones para vigilarlo e infiltrarse en sus filas. Entre los preceptos de la Takfir está el «taqiyya», o el uso de engaños que incluyen el mezclarse dentro de sociedades no musulmanas.
Producto del control al que están siendo sometidos estos grupos, se redimensionó la creación de células independientes que siguen sus propias agendas de actividades fundamentalistas.
«Ahora tenemos una nueva generación de fundamentalistas», dijo Mohamed Sala, experto en radicales islámicos y jefe de la oficina de El Cairo del periódico Al-Hayat. «El ambiente reinante en el mundo hace que sea fácil para alguien reunir a dos o tres personas y formar un grupo fundamentalista».