Basándose en fuentes de los servicios secretos (americanos), el semanario vienés ‘Format’ asegura que la CIA ha descubierto, entre otras, una participación de la OLP en la firma farmacéutica canadiense Bioniche Life Sciences Inc., por valor de nueve millones de dólares. También han salido a la luz participaciones de la OLP en fondos financieros de sociedades de inversiones como Avmax, Onyx, Sliver Haze o Chalcedony en Estados Unidos y en la isla caribeña de Aruba, que suman unos 200 millones de dólares. La OLP cuenta también con participaciones por valor de 400 millones de dólares en la compañía telefónica Orascom en Egipto y Túnez, así como en empresas de telefonía móvil de Jordania, Argelia y Palestina.
Según revela la agencia norteamericana, Arafat adquirió -en 2001- a través de la empresa Aruba Agamac un avión del tipo Challenger por 23,5 millones de dólares, pocos meses después de haber adquirido otro similar con matrícula austríaca.
La OLP ha venido acumulando fondos procedentes de los donantes a la causa palestina durante tres decenios. De ellos, los más importantes son los tres comités sauditas de ayuda a Palestina, a los Muyahidines, a la Intifada y el Fondo Al Aqsa, por medio de los que la Familia real de Ryad ha dado mas de cuatro mil millones de dólares, y otros mil millones que tiene ya comprometidos. “La OLP, según los especialistas, maneja fondos propios de un Estado, sin serlo”.
La banca Beit el Amal, adscrita al Comité Al Qods que preside el rey de Marruecos Mohamed VI, tiene como objetivo recaudar fondos privados destinados a la OLP. Se da la circunstancia de que la viuda del ‘rais’ fue su anterior consejera económica sucediendo en el cargo al judío marroquí Gabriel Banon, que llevó las finanzas de la OLP durante cuatro años.