Mientras continúan los rumores sobre el posible envenenamiento de Arafat, a pesar de las negativas en ese sentido de funcionarios palestinos, Francia está enfrentando crecientes presiones para publicar información sobre las últimas dos semanas de vida el dirigente palestino en el hospital militar de Percy, en las afueras de París, donde estuvo internado el 11 de noviembre.
Debido a que el sobrino de Arafat, Naser al-Kidua, es también el representante palestino ante las Naciones Unidas, el darle acceso a los documentos podría resolver las cosas, al permitirle a Francia cumplir con sus reglamentos sobre reserva en cuanto a tratamientos médicos y responder a los esfuerzos de la Autoridad Palestina para determinar, finalmente, los verdaderos motivos del deceso.
Las autoridades francesas insisten en que sus leyes les impiden publicar los archivos y la historia clínica de Arafat, por lo que se han negado a informar públicamente sobre las causas de su muerte.
Sin embargo, el general Christian Estripeau -uno de los voceros del ejército francés- dijo que al-Kidua podría tener acceso a los archivos si lo desea.
«Su caso ya ha sido estudiado. Creo que si lo solicita será aceptado», dijo Estripeau.