Este es un día triste para el pueblo palestino. Los políticos israelíes que compiten entre sí para dar las respuestas más despectivas y enardecidas cometen un error, y harían bien en aprender bien de la actual mesura demostrada por el Primer Ministro Ariel Sharón.
Israelíes y palestinos están en una encrucijada, y el desafío que tienen por delante será la habilidad con la que superarán los últimos cuatro años de derramamiento de sangre y odio mutuo, de modo de poder volver a un proceso político de paz que prepare el terreno para la conciliación.