La oportunidad a la vuelta de la esquina:

El triángulo Bush-Sharón-Abú Mazen

Los acontecimientos de los últimos días han creado en Medio Oriente una situación que abre la puerta a una nueva oportunidad. Yasser Arafat, en tanto que líder palestino indiscutido, podría haber impulsado una iniciativa de paz, de haberlo querido; para sus herederos será mucho más difícil hacerlo, aunque su compromiso con la paz es firme, como lo es su rechazo a la continuación de la Intifada. De haber salido elegido Presidente, no cabe duda de que el senador John Kerry habría impulsado un nuevo proceso político, incluso con un enviado especial a la región para conseguir que las partes volvieran a la mesa negociadora y para ayudarlos en sus conversaciones. Sin embargo, hasta afianzarse en su presidencia habría transcurrido un tiempo precioso; y, además, es posible que sus perspectivas de cara a una reelección en el 2008 motivaran en él un exceso de precaución.

Por Yossi Beilin (Desde Israel)

a situación que ha ido evolucionando en los últimos días es que la pareja formada por Mahmud Abbas, Abú Mazen, como líder y Ahmed Qurei, Abú Ala, como Primer Ministro constituye un poderoso eje conjunto que goza de un amplio apoyo palestino en el bando pragmático y laico. Si el Gobierno de Sharón los ayuda con sensatez y no con mano dura, si entabla con ellos un diálogo en relación con la retirada de Gaza y realiza concesiones en ámbitos como la liberación de prisioneros de seguridad y el desmantelamiento de un número significativo de controles del ejército en las afueras de las ciudades palestinas, ambos obtendrán un fuerte respaldo y podrán demostrar capacidad para proporcionar bienes a los palestinos.
Los principales retos a los que se enfrentan son asegurar su control en Cisjordania y Gaza, consolidar las fuerzas de seguridad, superar la ley de la calle, garantizar el orden público y conseguir un cese el fuego por parte de los extremistas islámicos. Es evidente que todo esto no va a ocurrir de la noche a la mañana, pero se trata de algo posible.
El presidente Bush no necesita esperar nada para adoptar un papel activo en Medio Oriente. Tiene una excelente relación con Mahmud Abbas, y no ha intentado ocultar su positiva actitud personal ante él. En este momento, es posible que pida que ambas partes cumplan lo acordado en el “Mapa de Rutas”; y también puede pedir que Sharón entable negociaciones con la dirección palestina en relación con la Franja de Gaza y el acuerdo sobre el estatuto permanente.
A lo largo de los últimos diez años, hemos perdido muchas oportunidades. Estamos inmersos en un proceso de responsabilidad mutua y, en muchos casos, de atribución del motivo del estancamiento y deterioro de la situación al otro bando. Estuvimos muy cerca de un acuerdo en el 2000, pero esa oportunidad se nos escapó en otoño de ese año, con el estallido de la Intifada.
El triángulo Clinton-Arafat-Barak pudo lograr un acuerdo sobre el estatuto permanente. El triángulo Bush-Sharón-Abú Mazen tendrá esta tarea mucho más difícil: Bush es mucho menos decidido que Clinton; Sharón no considera que haya un interlocutor, y no cree en un acuerdo sobre el estatuto permanente; y Abú Mazen, que cree en semejante acuerdo, no es tan fuerte como Arafat y le será difícil convencer a la calle palestina de que acceda a compromisos.
Sin embargo, la historia está llena de ejemplos de decisiones fatídicas realizadas en circunstancias inesperadas por personas inesperadas -barridas a menudo luego por la dinámica creada por ellas mismas- y que se convirtieron en decisiones que no se tenía ninguna intención de adoptar.
Es posible que este triángulo adopte la decisión histórica que ponga fin al conflicto palestino-israelí. En este momento, la tarea del bando israelí en favor de la paz es luchar por conseguir el abandono de las medidas unilaterales y avanzar hacia una intensificación del diálogo y la cooperación.
El “Acuerdo de Ginebra” de diciembre de 2003, con el que israelíes y palestinos propusieron un modelo de acuerdo sobre el estatuto permanente, hizo que Sharón -según él mismo ha admitido- iniciara la retirada de Gaza; y ahora nosotros, los creadores y partidarios de la iniciativa, debemos presionar a Sharón para que no se detenga en la retirada de Gaza, sino que avance apoyando nuevos pasos en la senda del acuerdo sobre el estatuto permanente según lo acordado en Ginebra.