En ese testimonio escrito que discretamente llevara a Ramallah Mohamed Dahlan puede estar inscripto el futuro del movimiento palestino. Un testamento estratégico en el que Arafat, en sus tal vez últimos momentos de lucidez, habría imaginado y planificado su sucesión.
El frágil acuerdo al que parecen haber llegado todos los grupos y facciones del movimiento palestino podría dar contra la pared si no acordara con el contenido del mensaje, que, según fuentes palestinas, contiene “la evolución del estado de salud” del líder y “las consecuencias de su ausencia” en la política de los territorios. A pesar de que la ausencia de informaciones concretas deja únicamente paso a los rumores, el nudo en el que se encuentra la sucesión de Arafat empieza a desligarse a máxima velocidad.
Una prueba concreta de ello es el viaje a París de Abú Mazen y Abú Ala en cuyas manos reposan, hasta ahora, las riendas del movimiento y el control de la AP.
Mohamed Dahlan se cruzará con ellos en Ramallah para entregarles el mensaje.
Dahlan, uno de los hombres de mayor confianza de Arafat y que figura en la baraja de posibles sucesores, viajó a París expresamente para recoger el documento de manos de la esposa del líder palstino, la única que legalmente tiene potestad para desconectar la máquina que presuntamente mantiene con vida a Arafat.
Nadie conoce el contenido de la misiva, pero en ella podría haber desde noticias sobre el verdadero estado de salud de Arafat, como el lugar escogido por él para su entierro, la elección de un sucesor oficial o, simplemente, indicaciones sobre cómo gestionar la retirada de Gaza de las tropas israelíes, aprobada por el Parlamento israelí hace 15 días.