Alejandro Horowicz:

«Si Lavagna es el ministro de Economía: ¿por qué habría de cambiar algo con Kirchner?»

Alejandro Horowicz, analista político, periodista y profesor de la UBA, afirma que anuló su voto, y que hubiera hecho lo mismo si hubiera habido ballottage. Los hechos de diciembre de 2001 “no se trataron de una rebelión contra los valores del menemismo sino contra los instrumentos del menemismo. La gente estaba muy enojada porque se terminó el uno a uno, porque se terminó la convertibilidad, porque se terminó el viaje de 600 dólares a Miami, porque se terminaron sus ahorros en dólares mientras había 17 millones de compatriotas que estaban muy mal. A Menem lo votaron por segunda vez con 15 millones de víctimas sociales. Es decir, no lo votó simplemente el beneficiario del menemismo, sino las víctimas también”.

Por Gerardo Yomal

¿Por qué anuló su voto?

Porque en la Argentina se vota, no se decide. Y yo estoy por decidir, no por votar. En consecuencia, no tiene ningún sentido votar.

Así que cuando cuando uno hace ese pequeño acto de poner un papelillo en la urna usted cree que «no pasa naranja…».

Basta mirar las elecciones desde 1983 hasta la fecha para ver que, hagas lo que hagas, sale lo mismo.

¿Y no le gustaría tratar de cambiar ese acto de alguna manera, generar nuevos partidos políticos, nuevas movidas que le den aunque sea un contenido a ese acto y uno pueda hacer otros tantos actos en esta vida?

La visión liberal de las cosas es que un individuo solo se sienta y organiza un partido político. Es decir, simplemente se juntan cinco que piensan parecido y tienen un partido político.
Un partido político es otra cosa, es una corriente profunda de una sociedad. Para que una corriente profunda de una sociedad exista tiene que haber un movimiento profundo en la sociedad. El radicalismo no surgió porque a Hipólito Yrigoyen y a sus amigos se les ocurrió crear un partido. El radicalismo surgió porque hubo una voluntad para levantar la sociedad argentina en varias oportunidades, y fracasar, y después darle a eso un carril político.
El peronismo no surgió porque al General Perón se le ocurrió. Es más, al General Perón no se le ocurrió. El 17 de octubre del ’45 no sucedió porque Perón lo decidió, es más, lo sorprendió a él no menos que al resto de sus colegas de la cúpula militar, y así se formó otro segundo movimiento. Bien…, para que exista una nueva fuerza política capaz de reconducir los destinos de la Argentina tiene que haber un torrente que permita que eso suceda. No que cuatro piensen igual y se sienten en una mesa, eso es una ingenuidad excesiva.

¿Y el torrente de diciembre del 2001?

Ese torrente parecía apuntar en alguna dirección, pero quedó muy claro que no se trataba de una rebelión contra los valores del menemismo sino contra los instrumentos del menemismo. La gente estaba muy enojada porque se terminó el uno a uno, porque se terminó la convertibilidad, porque se terminó el viaje de 600 dólares a Miami, porque se terminaron sus ahorros en dólares, porque se terminaba un cierto «estar bien», mientras había 17 millones de compatriotas que estaban muy mal. Conviene recordar que a Menem lo votaron por segunda vez con 15 millones de víctimas sociales. Es decir, no lo votó simplemente el beneficiario del menemismo, sino las víctimas también. Y para que tal esto suceda, para que los valores de una sociedad sean compartidos tan compacta y homogéneamente, votar no tiene sentido. Porque simplemente es corroborar una vez más cuál es la compacta y amorfa mayoría. Yo no me inclino ante cualquier mayoría.

Entonces tiene una visión de que esta sociedad es muy conservadora…

No, no es que sea… Yo puedo admitir por ejemplo que esta sociedad sea conservadora y que la gente sea conservadora cuando tiene esa aptitud para conservar. Pero que una sociedad donde la aptitud para conservar no exista, donde las víctimas voten con los victimarios, es demasiado.

No, la discusión es entre un hombre que personalmente detesta a Menem sin ninguna clase de duda… Yo no creo que el señor Kirchner sea un hipócrita… de ninguna manera…, simplemente digo que no tiene la más mínima posibilidad de que sus puntos de vista, en el caso de que sean consistentes y se sostengan después (cosa que está muy lejos de probarse), tengan alguna clase de viabilidad. ¿Por qué voy a pensar que Kirchner va a cambiar algo si Lavagna es su ministro de economía? Digo…, ¿no es exactamente el señor que estabilizó el derrumbe? Lavagna no cambió el curso de la economía argentina. La explosión cambió el curso de la economía argentina y Lavagna lo único que hizo fue admitir esa explosión, es un realista elemental.