“La Intifada fue un error”

El rotativo jordano Al-Rai publicó recientemente, el pasado 27 de septiembre, una entrevista con el ex primer ministro de la Autoridad Palestina, Abu Mazén que MEMRI levantó y Nueva Sión reproduce en su recorrido más importante.

¿Por qué concluyó las negociaciones (antes de la elección de Netanyahu), cuando se sabía que Netanyahu tenía posibilidades de ganar?

…Oslo estaba atascado debido a las acciones de los diversos gobiernos israelíes; después llegó Camp David, y después de eso la Intifada. La visita de Sharón (al Monte del Templo) fue un mal comienzo tras lo cual llegó la Intifada, y la continuación (de la Intifada) fue lo peor.
Creo hoy que la Intifada en su totalidad fue un error y no debió continuarse, y en particular lo que se llama «la militarización de la Intifada.

Las negociaciones no dieron resultados, entonces ¿por qué piensa que la Intifada fue la peor elección?

Si resumimos dónde hemos terminado tras cuatro años de Intifada, (concluiríamos que) hay tres opiniones: la primera es que después de matar a 1.000 israelíes en la intifada, Israel colapsaría, así como Sharon; la segunda es que la intifada armada liberaría la patria; la tercera opinión es que la intifada detendría los asentamientos. Un examen [del tema] muestra que Sharon no cayó. Al contrario, se ha convertido en [el líder] más popular de la historia de Israel, tras haber sido objeto de condenas en Israel. En la misma línea, todas las tierras palestinas están hoy ocupadas o son vulnerables, y los asentamientos casi se han duplicado. Dañamos nuestras relaciones con los norteamericanos y con la opinión pública israelí; la última declaración del Cuarteto es una indicación adicional de lo que nos hemos convertido.

Usted aludió a una cuarta opinión acerca de la Intifada, ¿cuál es?

La cuarta opinión dice: detengan la «militarización» de la Intifada. Permitítannos cumplir nuestras obligaciones como se estipula en el “Mapa de Rutas” y en la Ley Básica, y déjennos convencer al mundo de que hemos cumplido nuestras obligaciones y de que Sharón debe cumplir las suyas. Aún así, hoy el mundo entero nos condena en lugar de condenar a Sharón.

¿Qué debe hacer el lado palestino para salir de esta situación?

Necesitamos poner nuestra casa en orden. Esa es la primera condición. Esto no se ha hecho, y la cuarta voz ha sido débil y no se ha escuchado.

¿Quién es responsable del fracaso de Camp David?

La verdad es que a lo largo de los 16 días de Camp David nunca hubo tal «Plan Clinton», sino más bien hubieron (solamente) ideas. En el curso de los dos últimos días de Camp David sólo se debatieron tres asuntos: las fronteras, los refugiados y Jerusalem.
El primer error fue acordar Camp David sin preparación… Es más, no hubo ni siquiera una reunión entre Arafat y Barak. Todo lo que sucedió fue que Clinton vendría a nosotros y a ellos y hablaría sobre algunas ideas…
… En cuanto a las fronteras, Clinton sugirió esta solución: 80% de Jerusalem Este para nosotros (es decir, para los palestinos) y el resto para los israelíes, de lo cual el 8% se dejaría bajo control israelí y el resto podría arrendarse durante 20 años, y en parte de este área arrendada habría puestos militares. Comenzamos a discutir la cuestión: – ¿Por qué tenemos nosotros que perder el 20%? Después de una larga discusión, Clinton ofreció el 92%. Rechazamos esa oferta y les dijimos que nuestra posición era que estábamos preparados para aceptar las fronteras del ´67 con modificaciones recíprocas menores. Clinton regresó y dijo que la oferta era del 92% y otro 1% “en el marco de un intercambio de tierra” (N. de la R.: Lo que se llamó “triangulación de tierras”). Una vez más nos negamos. No debemos aceptar tal propuesta, ni ahora ni en el futuro…
Luego estaba el asunto de los refugiados. La idea de los israelíes era la siguiente: hubo 150.000 refugiados que se fueron, de los cuales100.000 han muerto y estamos considerando permitir a los 50.000 restantes que regresen. Comenzamos a intentar convencerlos de que el número de los que se fueron era de 950.000, y alcanzamos una fase, en la que acordamos, de 600.000 a 700.000. El lado israelí dijo que los judíos de los países árabes llegaron a cambio (es decir, en lugar de los refugiados palestinos) así que uno a uno queremos 40 millones de dólares en indemnizaciones de los cuales la mitad irá a ustedes, los palestinos, y la otra mitad irá al lado israelí. Les presentamos pruebas y documentación de que todos los judíos vendieron o tomaron todas sus propiedades antes de abandonar los estados árabes y que yo, como lado palestino, no tengo nada que ver con cualquier estado árabe del que los judíos emigraran y que esa no es mi responsabilidad.
Logramos convencer a Clinton de que hay palestinos que tienen el derecho al retorno y de que es un derecho que podemos optar por ejercer, igual que el derecho a indemnizaciones. Explicamos todo los detalles y propusimos comenzar con los refugiados de El Líbano. Además, preguntamos al entonces Fiscal del Estado, Elyakim Rubinstein, sobre el Fondo de Propiedades de los Ausentes y admitió que Israel lo recortó en una decisión de gabinete. Yo le dije: – Si ese es el caso, entonces las decisiones de Hitler fueron correctas.
Esto dice algo sobre el tipo de razonamiento y diálogo que persistió en el lado israelí en Camp David.

Le pregunto una vez más, ¿quién es responsable del fracaso de la cumbre de Camp David?

Clinton nos dijo a Yasser Arafat y a mí que pensaba publicar un comunicado oficial sobre este asunto, pero nos prometió que no colocaría la responsabilidad del fracaso de Camp David sobre alguien en particular. Y luego mencionó a Arafat como responsable del fracaso. Sin embargo la verdad es que Yasser Arafat fue más flexible que yo en Camp David.

¿Fue Oslo un error?

No. Después de todo, yo soy ‘el padre de Oslo’. Quizá si Rabin todavía estuviera vivo podría haber hecho lo que nadie más antes, o después de él, ha sido capaz de hacer. Esto se debe a que estaba preparado para tomar medidas, las que denominó ‘medidas dolorosas’, para alcanzar la paz.

¿Cree que Oslo fue el mayor logro de los palestinos?

Sin duda. Es lo que hizo presidente a Yasser Arafat.

Hay quienes dicen que Estados Unidos e Israel se aprovecharon de su renuncia como pretexto para la agresión israelí contra el pueblo palestino, alegando que el presidente Arafat derribó su gestión.

Digamos que hubo tres causas principales de la caída de mi gobierno: la primera fue que Israel no dio nada, la segunda es que los norteamericanos arrastraron sus talones, y la tercera es que los palestinos me atacaron.
De no haber habido problemas en nuestras filas podríamos haber afirmado que el problema era sólo del lado israelí. Tuvimos éxito en conseguir 52 días de calma completa en los territorios palestinos y en el día 53 hubo una operación (terrorista), en agosto en Jerusalem. No sólo eso, sino que los palestinos reivindicaron esta y la tregua temporal colapsó.

Si Israel frustró las negociaciones y los norteamericanos arrastraron sus talones, ¿cómo se deterioraron las cosas hasta el punto de que los palestinos tomaran parte en derrocar su gobierno?

Permítame darle un ejemplo. Antes de que fuera a la cumbre de Áqaba, el “Mapa de Rutas” fue aceptado. Yo acepté las obligaciones que se nos impusieron y, al mismo tiempo, el lado norteamericano exigió que no «me olvidara» de mencionar en mi discurso en la Cumbre de Áqaba que «Israel es un estado judío». Creí que no era competencia mía decir esto y eso es lo que les dije.
Después pronuncié mi conocido discurso de Áqaba que fue recibido con una tormenta bastante irracional y una avalancha de preguntas: – ¿por qué habló del sufrimiento de los judíos?. Así que dije que también hablé del sufrimiento de los palestinos. – ¿Por qué no mencionó a los refugiados?. Yo les dije que hablé sobre asuntos de estatus final, de los cuales hay seis y uno de ellos es el tema de los refugiados.
En cuanto a nivel nacional palestino, comenzamos la reforma interna hasta que llegué al Consejo Legislativo el 4 de septiembre y me recibieron con una manifestación armada a la entrada del Consejo y todas las ventanas habían sido rotas… Ofrecí mi renuncia y no sé cómo, Israel y Estados Unidos se aprovecharon de esto…
Hay quien dice que Abú Alá ha fracasado. Yo digo que no ha fracasado ya que no ha hecho nada y no ha ejercido su autoridad. Hay quien hoy describe al Ministro del Interior, Hakam Bal’awi, como débil. Yo pregunto: ¿ha intentado hacer algo?. Hasta el momento, el gobierno de Abú Alá no ha intentado actuar, ni ha tenido oportunidad. Cuando hagan algo, entonces lo juzgaremos.

¿Puede decirnos por qué el presidente Arafat está interesado en no conceder poderes al primer ministro y por qué no quiere permitir a los palestinos poner su casa en orden?

No sé. Probablemente crea que si le quitaran a él estos poderes, entonces se librarían de su persona.

¿Por qué Abu Ammar rehusó conceder poderes a usted y a otros ministros, a pesar de las exigencias internacionales y árabes?

No hay respuesta alguna a esa pregunta. Cuando nuestros asuntos internos sean zanjados, Abu Ammar estará en la Casa Blanca.

Constantemente enfatiza que cumplir esta exigencia internacional accionará la situación en la Autoridad Palestina, entonces ¿por qué Arafat se niega tercamente?

Si esto llegara a pasar y hubiera un re-examen de cómo regular los asuntos de seguridad y hubiera elecciones, entonces yo le digo que Abu Ammar visitaría la Casa Blanca en cinco meses.

¿Entonces, qué espera la Autoridad Palestina?».

Quizá a las elecciones de Estados Unidos, pero le digo que esta apuesta es una pérdida de tiempo, ya que en lo que a nosotros concierne, Bush y Kerry son lo mismo».