“Está acorralada defendiendo lo indefendible”

“Los comentarios de la defensora de Beraja en TEA demuestran, sin lugar a confusión, que su objetivo principal siempre fue representar a Beraja y no luchar por el esclarecimiento del caso”.

Por Gabriel Levinas

Del mismo modo que tardó casi diez años en darse cuenta que Galeano actuaba mal (no tanto para su gusto sino más bien por un necesario reposicionamiento frente a la opinión pública) puede ser que tarde otros diez en darse cuenta que difícilmente pude haber sido contratado para informatizar una causa como ésta ya que mi única experiencia útil era la de periodista de investigación.
Beraja era dueño de un banco y un empresario con suficiente conocimiento como para buscar a un experto en informática y no a un periodista si su interés real hubiese sido sólo la informatización.
Existen innumerables testigos que pueden avalar esto, incluso aquellos que presionaron a Beraja, ante evidencias de que se estaba trabajando mal, que debía contratarme para investigar la investigación. Cosa que hizo a desgano.
Tengo cantidad de comunicaciones, informes y hasta notas periodísticas que confirman esto.
Como parte de esa investigación yo condicioné mi trabajo a que la causa sea informatizada, cosa que increíblemente, en 1997, no estaba hecho.
Esto sólo demuestra la falta de voluntad política del juzgado, el gobierno y del propio Beraja en resolver el caso.
La mayoría de los periodistas encargados de el caso AMIA conocen mi trabajo que al día de hoy es el más avanzado técnicamente y ellos tienen copias entregadas por mí a modo de ejemplo de parte del expediente informatizado.
Para ello un experto en informática trabaja junto a un grupo bajo mi supervisión para guardar todo acerca del caso y conformar un archivo histórico.
La doctora deberá, en poco tiempo, dar cuenta de su conducta frente a sus pares del Colegio de Abogados y algún día la historia le pedirá explicaciones de su encubrimiento al acto terrorista más cruel cometido en nuestro país y al desvío más infame producido por quienes debieron investigar.
Ella formó parte fundamental de esto y sus mentiras no merecen más aclaraciones, el resultado de su trabajo está a la vista de todos y es sólo una mujer acorralada defendiendo lo indefendible.