La propuesta de resolución, presentada por Argelia en nombre del Grupo Árabe, exige a Israel que detenga de «inmediato» su ofensiva militar en Gaza y llama a ambos pueblos (palestinos e israelíes) a cumplir el plan de paz del llamado “Mapa de Rutas”.
Condena la extensa incursión militar y los ataques de Israel en el área del Norte de la Franja de Gaza que ha causado numerosas víctimas mortales, además de una enorme destrucción material y de infraestructura.
Argelia pide, concretamente, a Israel que «cese todas sus operaciones militares en el norte de Gaza y que retire las fuerzas ocupantes del área».
El Ejército de Israel entró con 2.000 soldados a la zona norte de Gaza y afirmó que permanecerá allí hasta que los palestinos detengan los ataques con cohetes ‘Al Kassam’ contra objetivos en ciudades del sur del estado hebreo.
La operación israelí, llamada ‘Días de penitencia’, empezó tras la muerte de dos niños israelíes de 2 y 4 años, de origen eíope, alcanzados por un cohete ‘Al Kassam’ en la localidad de Sderot.
El embajador de Argelia, Adallah Baali, calificó la actual ofensiva de Israel de «crimen de guerra», y acusó al Gobierno israelí de actuar «con arrogancia e indiferencia».
El diplomático argelino, que instó al Consejo a respaldar la resolución, se preguntó qué diferencia existe entre una bomba puesta en un autobús que mata a sus pasajeros y un misil lanzado por el Ejército israelí en casas donde viven palestinos.
El embajador de Israel, Dan Guillerman, indicó que el lanzamiento de cohetes por parte de los palestinos tiene como objetivo desestabilizar el plan de desconexión unilateral en Gaza anunciado por el primer ministro israelí, Ariel Sharón.
El representante palestino, Yasser Al-Kidwa, afirmó que «ha llegado el momento para que el Consejo de Seguridad tome una posición seria y pedir a Israel para que frene sus acciones».
Fuentes diplomáticas manifestaron que el actual borrador de resolución no prosperará, principalmente por la oposición de los Estados Unidos -que tiene derecho a veto-, por lo que el grupo árabe podría introducir enmiendas al documento