Ariel Sharón y la ‘Operación Días de Penitencia’:

Continuará “mientras haya peligro”

El primer ministro israelí, Ariel Sharón, manifestó estar "satisfecho" con la operación militar bautizada 'Días de Penitencia', lanzada en la noche del martes 28 de septiembre en el norte de la Franja de Gaza. La ofensiva israelí ya provocó 61 bajas palestinas y al menos 3 israelíes. El Primer Ministro israelí aseguró que continuará con los ataques "mientras perdure el peligro".

La operación (‘Días e Penitencia’) progresa satisfactoriamente, y seguirá mientras el peligro esté presente», afirmó Sharón. Según el primer ministro israelí, la incursión militar tiene dos objetivos: «ampliar la zona de operación, para evitar que sigan disparando con lanzagranadas a las localidades judías cercanas a la frontera, y seguir hasta que los palestinos no puedan volver a atentar contra los asentamientos, ahora y durante la ‘evacuación’ de la región prevista para el año próximo».
Durante la noche del sábado, decenas de carros de combate y vehículos blindados israelíes reforzaron a la división del Ejército israelí que invadió la zona el pasado jueves.
Una treintena de carros de combate del Ejército israelí que permanecían desplegados en las proximidades de la localidad de Beit Hanún se dirigieron hacia el citado campamento apoyados por helicópteros Apache, según fuentes de la seguridad palestina.
Desde el comienzo de las últimas operaciones militares israelíes en el norte de la Franja de Gaza, al menos 60 personas perdieron la vida y más de 250 han resultado heridas.

Estado de emergencia

Los carros de combate del Ejército israelí extendieron ayer la ofensiva militar a la localidad de Beit Hanún, en el extremo norte de la franja de Gaza, y a la ciudad de Gaza.
El presidente de la Autoridad Palestina, Yasser Arafat, decretó el estado de emergencia y pidió que «el mundo reaccione inmediatamente» para detener la operación lanzada por el Ejército israelí.
Los ministros de Asuntos Exteriores de España, Francia, Portugal e Italia reclamaron en Roma que israelíes y palestinos vuelvan a la mesa de negociación y cesen la violencia.
Por su parte, el Departamento de Estado de los Estados Unidos reclamó a Israel que no use una fuerza desproporcionada.
Los 8 palestinos muertos ayer fueron objetivo de proyectiles lanzados desde aeronaves y helicópteros.
Otros 4 palestinos armados con fusiles de asalto AK-47 Kaláshnikov fueron abatidos tras cruzar ayer por el norte el llamado “Muro de defensa” que rodea la franja de Gaza y penetrar unos 400 metros en territorio israelí, mientras que otro hombre, de 60 años, murió en la ciudad de Rafah alcanzado por disparos efectuados desde un asentamiento judío.
Entretanto, en una conferencia de prensa que se desarrolló en una de las mezquitas del campo de refugiados de Yabalia, miembros encapuchados de las Brigadas de Ezedín al Kasam, el brazo armado de Hamás, afirmaron que estaban dispuestos a reanudar los disparos de misiles contra la ciudad de Ashquelon, situada a unos 15 kilómetros al norte de la Franja de Gaza.
Mientras los milicianos del brazo armado reiteraban sus amenazas, los dirigentes políticos de Hamás se mostraban proclives a la negociación. Los principales portavoces de Hamás afirmaron que estaban dispuestos a poner fin al disparo de cohetes Kasam si el Ejército israelí se retira del norte de la Franja de Gaza.
Estos misiles de fabricación casera pueden llegar a tener un alcance de 10 kilómetros. De esta forma si, el Ejército permanece en los límites del campo de refugiados de Yabalia, que dista unos nueve kilómetros de la localidad israelí de Sderot (de 20.000 habitantes), los milicianos de Hamás aún siguen teniendo a tiro a esta población israelí.
Fadi Muhana, un agente de la policía palestina -de 30 años y habitante del campo de refugiados de Yabalia- afirma: «los soldados israelíes disparan contra todo lo que se mueve. Si intentás cruzar ciertas calles, te pegan un tiro».