Carlos "Chacho" Álvarez, ex vicepresidente del gobierno de la Alianza

«¿Alguien cree que Kirchner no quiere mejorar la distribución del ingreso?»

“Sería una estupidez pensar que un Presidente de visión progresista, si tuviera al alcance de la mano darle más dinero a los sectores populares no se lo diera. Eso podría esperarlo de un Presidente de derecha... hasta de De la Rúa, pero no me digan esto de un Presidente que tiene una política más firme con los organismos internacionales y con las privatizadas. Kirchner ha demostrado ser un Presidente con más autoridad política frente a los poderes fácticos”. Así lanzó Carlos “Chacho” Alvarez -el ex Vicepresidente de Fernando de la Rúa- sus opiniones al aire en el programa “El Tren”.

Por Gerardo Yomal y Hugo Presman

El gobierno utiliza la fórmula de «capitalismo nacional». Uno puede suponer entonces la necesidad de determinados actores tales como un Estado, un mercado, una burguesía nacional… ¿cómo lo ve?

No hay que confundirse… capitalismo nacional está bien en términos de ciertos compromisos de crecimiento y ser beneficiario de los compromisos. Luego hay que decir que el capitalismo nacional tampoco es fácil que acepte, por ejemplo, un cambio de la estructura impositiva y colabore en la distribución del ingreso. Fíjense Brasil, ¿qué dice el sentido común?. ‘Ah, Brasil tiene una burguesía nacional’, pero ¿cuánta gente vive bajo la pobreza? Entonces, la presencia de la burguesía paulista o de que Brasil tenga una burguesía nacional, ¿ha redituado en un país más justo y más igualitario?

¿Se volvió trotskista?

No, lo que digo es que acá hay mucha simplificación en el debate. La condición de nacional, hoy, no te garantiza un compromiso con la distribución del ingreso. No alcanza.

¿Qué es lo que propone? Le hacía esa ironía de si se había convertido al trotskismo, porque quien habla de capitalismo nacional es el presidente Kirchner…

Está bien intencionado eso del capitalismo nacional, porque frente al nivel de extranjerización y concentración que hubo en la economía argentina, que existan empresas nacionales que puedan trabajar más con el Estado, en cuanto al perfil de desarrollo, es bueno.
Ahora, no creamos que naturalmente nos encontramos con empresarios generosos que vayan a decir ‘quiero pagar más impuesto a las ganancias’. Porque de última, ¿cómo se maneja la distribución del ingreso? Los que ganan más, pagan más. Es así, va de la mano con que haya más inversiones en salud, en educación, en bienes sociales…
Mejor distribución de la riqueza significa que quienes tienen más paguen más impuestos. Eso choca con el capitalismo globalizado, en algún lugar porque hoy se habla de la deslocalización de las inversiones. Porque a veces el progresismo ve esto en términos de consignas y no desde la complejidad del tema.

El economista de la Central de Trabajadores Argentinos y diputado Claudio Lozano critica al Gobierno porque no genera una política que tienda a la distribución del ingreso. ¿Sería un ingenuo que sólo sostiene meras consignas, según su punto de vista?

No está pensando en gobernar, está pensando en construir una alternativa con proyectos que tienen muchas cuestiones que yo he vivido. Y nosotros hemos pecado de ello, en parte. El PT lo ha reconocido, hay una tendencia a la revolución caligráfica, como decía Alberdi.
Es decir, si yo te siento en una mesa y te digo cómo cambiar la redistribución del ingreso en 3 meses… vos me entregás un documento, un trabajo, me escribís un discurso. Ahora, tenemos que ser sinceros y decirle a la gente que hay una intermediación entre lo que se piensa en un laboratorio y lo que es gestionable.
Y hay que dar cuenta de esa distancia.

Lo que puede llegar a proponer Lozano o sectores afines… no son medidas socialistas sino algunas más elementales para que haya una economía capitalista.

¿Alguien puede pensar que Kirchner no quiera mejorar la distribución del ingreso, que la gente viva mejor…?, sería una estupidez en un Presidente de visión progresista, situado en la centro izquierda argentina. Si tuviera al alcance de la mano darle más dinero a los sectores populares, ¿no se lo daría? Eso podría esperarlo de un Presidente de derecha… hasta de De la Rúa podría esperarlo. Pero no me digan que un Presidente que tiene una política más firme con los organismos internacionales y con las privatizadas. Kirchner ha demostrado ser un Presidente con más autoridad política frente a los poderes fácticos.
No hay nadie que pueda gobernar este país que resuelva en tres meses la distribución del ingreso. Así que si Claudio Lozano y la CTA ganan las elecciones, que demuestren cómo resuelven la distribución del ingreso. Yo veo dificultades…

¿Cree que en 10 años daremos vuelta la tortilla?

Sí, si Argentina crece el 6, 7% anual sostenidamente y con perfil productivo que mejore la ocupación y los salarios.

¿Lavagna va en ese camino?

No veo equipos alternativos, por izquierda, al de Lavagna, que puedan garantizar ser mejores. Veo alternativas por derecha, no por izquierda. Veo, sí, gente suelta que puede plantear resolver por izquierda mejor los temas.

En una oportunidad le preguntamos a Federico Storani por qué creía que usted se fue del gobierno. Contestó entre otras cosas que «Chacho Alvarez tiene una relación histérica con el poder, le tiene miedo al poder, porque había espacio para pelear todavía…».

Prefiero tener una relación histérica y no ser Storani, que está hace 20 años diciendo las mismas cosas. Porque esa idea de los que se quedan en el poder para luchar por la justicia y la verdad, se la creo a algunos… a otros no se la creo más. En otros es una profesión de vivir de la política. Fracasaste dos veces en un partido, si tuviste cargo de responsabilidad en ese fracaso lo digno es que des un paso al costado y digas ‘promuevo la renovación en mi partido, que vengan otros a conducir mi partido’.
Pero eso de seguir luchando por el aparato a ver si mantenés los punteros políticos de la provincia de Buenos Aires en nombre de un discurso progresista, eso no lo compro más.

El disparador para que usted se fuera del gobierno de la Alianza fueron las coimas en la Ley Laboral y no la ley en sí misma. Le hago una hipótesis para pensar: si en la Argentina se resolviera una ley de restablecimiento de la esclavitud y se obtuviera con coima, mi crítica no sería que se obtuvo por coima si no que se restableció la esclavitud.

En democracia, las leyes son opinables; lo que no es opinable es si se pagan o no las leyes. Yo no voy a discutir el contenido… ponele que haya sido regresiva, pero es opinable; la democracia es eso.
No hay alguien que tenga la verdad absoluta. Hay un Parlamento y esa es la democracia. Ese es el sentido del Parlamento, en la democracia se discute una ley. Es decir, vos podés estar en desacuerdo o a favor. Entonces, no hagan un test ideológico. El Gobierno estaba a favor, yo planteé defender al Gobierno porque estaba ahí para que ese Gobierno funcionara.