Abandonan huelga de hambre tras 18 días

Después de 18 días de ayuno, unos 4.000 palestinos encarcelados en Israel dieron por finalizada la huelga de hambre con la que reclamaban mejoras en sus condiciones de vida. En Israel se afirma que el cese de la huelga se dio sin producirse ningún tipo de negociación mientras que del lado palestino dicen que Israel accedió a algunas delas exigencias básicas reclamadas. De hecho, algunas de las asociaciones de presos palestinas sostenían ayer que la huelga continúa adelante.

«Se han alcanzado muchos acuerdos fundamentales, y la huelga ha finalizado», dijo Hashim Abdelrazek, ministro de Asuntos de los Prisioneros de la Autoridad Nacional Palestina (ANP).
Según Isa Karake, presidente de una de las asociaciones de presos de Cisjordania, el Servicio Penitenciario Israelí (SPI) accedió a demandas como acabar con los registros a presos desnudos, comunicaciones telefónicas y retirará la mampara de cristal habiente entre los presos y las visitas.
El SPI justifica esta política para evitar que «los terroristas sigan cometiendo actos de terror en la cárcel» y e informó que la huelga había llegado a su fin sin ningún tipo de concesión a las exigencias de los prisioneros.
El viceministro de Defensa, Zeev Boim, declaró que Israel «debería considerar una acción militar contra objetivos en Siria», después del atentado producido en Beersheva, en dos autobuses.
Según la radio israelí, el Gobierno de Ariel Sharón presentó pruebas a Estados Unidos de involucramiento sirio en el atentado ocurrido en el sur de Israel.
Hamás, por su parte, advirtió que atentará contra los intereses israelíes y judíos en todo el mundo si ataca a sus líderes en Siria.
Siria, por su parte, acusó a Israel de lanzar amenazas sin pruebas que sustenten dichas acusaciones. Fuentes israelíes señalan, como cerebro del atentado, a Musa Abu Marzuk, un dirigente de Hamás residente en Damasco.