Administración Palestina:

Protesta del Parlamento por negativas de Arafat a emprender reformas

El Parlamento palestino aplazó una reunión dedicada a las reformas prometidas por Yasser Arafat, y exigidas por los diputados, para permitir la participación de los parlamentarios en una jornada de apoyo a la huelga de hambre de los palestinos detenidos en cárceles israelíes. Sin embargo, varios ediles del Consejo Legislativo Palestino afirmaron que la reunión fue aplazada, en realidad, después de que el ‘Rais’ se negara a tomar medidas concretas en la lucha contra la corrupción y las reformas prometidas por él mismo en su discurso del pasado 18 de agosto.

«La reunión fue aplazada debido a la jornada de apoyo a los prisioneros, pero también por a la falta de acuerdo entre Arafat y los miembros de la comisión parlamentaria sobre las reformas», afirmó el vicepresidente del CLP, Hasan Jreishe.
En previsión de la reunión del Parlamento, que se anuncia como muy agitada, Arafat se entrevistó el lunes por la noche con diputados de Al Fatah para impedir la adopción de posibles mociones que podrían ponerlo en una situación difícil o provocar la dimisión del Gobierno de Abú Ala.
Arafat se enfrenta a peticiones cada vez más fuertes para que realice reformas en su administración frente a graves acusaciones de corrupción.
En relación con la huelga de hambre, más de 2.000 palestinos desfilaron el martes 24 de agosto por las calles de Hebrón, en Cisjordania, en apoyo al amplio movimiento de prisioneros palestinos detenidos en Israel.
Los manifestantes, entre los que figuraban niños y policías, reclamaron la liberación de los presos y una mejora inmediata en sus condiciones de detención.
Entre 3.000 y 4.000 de los 7.500 palestinos encarcelados por Israel siguen el movimiento de huelga de hambre iniciado el pasado 15 de agosto.
Los prisioneros protestan por los vidrios que se interponen entre ellos y sus familias en las visitas, por los registros corporales «humillantes» y por los castigos en celdas especiales de tamaños muy reducidos. Las autoridades israelíes anunciaron que no cederían a ninguna demanda y multiplicaron las presiones para detener la huelga.