En una emotiva ceremonia y con la presencia del Secretario de Culto de la Nación, el Embajador Guillermo Oliveri; el Sub Secretario, Embajador Alejandro Grossman; el Presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores y Culto del Congreso de la Nación, el Diputado Jorge Arguello; el Presidente de AMIA, Luis Grynwald (acompañado de otros dirigentes); Herman Schiller por el Movimiento Judío por los Derechos Humanos; Mario Ringler, Presidente del Seminario Rabínico, los rabinos de la mencionada institución, Mario Hendler y Adrian Herbs; representantes de otros credos y del Servicio Penitenciario Federal, quedó inaugurada la primera sinagoga instalada en una cárcel de un servicio penitenciario latinoamericano.
En un ambiente súmamente sencillo, limpio y pulcro, y con la presencia de algunos de los detenidos (4 de ellos israelíes), se colocó una mezuzá en la puerta de acceso, luego se bendijo la Torá, hubo palabras alusivas de los distintos representantes comunitarios y, finalmente, se efectuó un brindis de augurios para esta iniciativa que contó, como motor movilizante, al seminarista Daniel Goveschesky.
