Sobre las diez de la mañana del pasado 22 de mayo, una explosión en un ascensor del cuartel de los servicios secretos palestinos hirió a Abú Rajab y mató a uno de sus guardaespaldas. En el camino entre el cuartel y el hospital de Gaza, agentes de las fuerzas de seguridad y de la nueva policía creada por Hamas se enredaron a los tiros, enfrentamiento que se repitió todo el día pese al traslado de Abú Rajab a un hospital israelí.
Líderes de Al Fatah responsabilizaron a Hamas de estar detrás del atentado.
Horas después, Israel contribuyó al caos general al bombardear un coche en el que viajaba Mohamed Dahduh, dirigente del brazo armado de la Yihad Islámica.