El Mundial parece imponerse en el país. Aunque Israel no se haya clasificado es muy amplio el interés por el gran campeonato. Los diarios en hebreo publican suplementos especiales con abundante información y la afición (es decir, prácticamente todos los varones y no pocas mujeres) se prepara para contemplar los partidos, que en su mayoría son de pago. El Maariv ha dado a conocer una encuesta sobre la preferencia de los israelíes: la abrumadora mayoría (44%) dijo ser hincha del Brasil. En un lugar muy secundario (10%) se coteja Inglaterra y la Argentina es el tercer preferido con el 8%. Le siguen (con 7%) Francia y España. El equipo más odiado es el de Alemania, 48%; luego viene la de Irán, por razones comprensibles, 15%. A Francia no le gusta el 10% y un 7% no puede ver a Italia. Incluso hay quienes no soportan a Argentina y Brasil: 5% y 2%, respectivamente. Aquí seguramente debe haber un error.
A propósito, todos los once conocidos futbolistas locales coinciden en que Brasil será el campeón. Cinco de ellos, estiman que la final la disputará el equipo carioca con el italiano; tres, con el argentino; dos con el holandés, y uno con el alemán. El suplemento del Yediot lleva un artículo de dos páginas sobre la gran atracción de este Mundial: el rosarino Lionel Andrés Messi, y dice que es el real sucesor de Maradona.
Hoy la cosa ya pasa a mayores. En la portada del Yediot aparecen dos fotos: en la superior cuatro niños con camisetas argentinas, y abajo todo un grupo de gente menuda con los colores brasileños. El título: “Brasil contra Argentina en el Néguev”. En la página 24 de la edición principal aparece el relato: se trata de dos kibutzim vecinos que tienen una marcada rivalidad: el Or Haner argentino contra el Bror Jail brasileño. Según la crónica periodística, son días difíciles para esas dos comunidades
Según afirma un cronista local en estos días la frialdad de siempre se habría convertido en algo mucho más serio: de hecho, ya no se pueden ver. Por muy banal que ello pueda parecer, es indicativo de que se mantienen las raíces de ambos grupos: evidentemente, todos los implicados han nacido en este país.
Por ejemplo, Nestor de Or Haner habría dicho al corresponsal del Yediot: “La afición por el fútbol se impone como nunca. En la época del Mundial a nadie le conviene hablar con nosotros. Estamos nerviosos: todo va que arde. Si quiere hablar conmigo de algo que no tiene que ver con el Mundial, sería preferible que espere a que termine el campeonato”.