Una de las más recientes e interesantes materias demográficas, que fueran presentadas por el Profesor Sergio de la Pergolla, se refiere al hecho muy significativo, que acaeció desde 1970, y hasta el 2005 :
En estos 35 años, el pueblo judío en la diáspora disminuyó de 10.100.000 judíos en 1970, a 7.700.000 en el 2005.
Acotemos, como paradigma, el caso de algunas de las importantes comunidades judías en la diáspora :
Judíos en los Estados Unidos. En 1970: 5.400.000, en 2005: 5.280.000.
Judíos en Rusia. En 1970: 800.000, en 2005: 230.000.
Judíos en Francia. En 1970: 530.000, en 2005: 490.000.
Judíos en Gran Bretaña. En 1970: 390.000, en 2005: 300.000.
Judíos en Irán. En 1970: 70.000, en 2005: 10.000.
Judíos en Argentina. En 1970: 280.000, en 2005: 200.000 (N. de la R.: esta cifra difiere del último censo realizado en la Argentina por la oficina latinoamericana del ‘American Joint Distribution Committee’).
Judíos en Sudáfrica. En 1970: 120.000, en 2005: 70.000.
Al mismo tiempo, es decir desde 1970 hasta el 2005, el número de judíos en Israel aumentó significativamente :
En 1970 vivían 2.600.000 judíos en Israel, en el 2005 lo hacían 5.300.000.
Es por ellos que el hecho demográfico más significativo es que, a comienzos de este año 2006, la comunidad de judíos más grande del mundo está –por primera vez- en el Estado de Israel mismo.
También cabe señalar que hay otras tres comunidades que crecieron en número:
Alemania: de 30.000 a 115.000 judíos.
Canadá: de 290.000 a 370.000 judíos
Australia: de 85.000 a 100.000 judíos.
En el caso de Alemania, se trata de las diferentes olas de judíos de la ex Unión Soviética que arribaron a este país en carácter de asilados políticos.
Crecimiento natural
Otras cifras muy interesantes para conocer y comprender son las que nos llevan a comparar el crecimiento natural en la población mundial, con el crecimiento natural del pueblo judío.
En estos últimos 35 años la población mundial creció un 70%. En 1970 los judíos constituían el 0.35 % de la población del mundo y hoy en día, constituyen el 0.21% de la misma.
Aquí se impone un análisis mucho más complejo, de factores y apreciaciones sociológicas, económicas, históricas y psicológicas para enfocar el cómo y el por qué, ante el crecimiento del 70% de la población mundial, en el pueblo judío se produjo un decrecimiento de un tercio.
Sin embargo, haremos sólo la nominación de algunos tópicos relevantes:
A) El aumento de la población no es, por supuesto, un factor obligado como señal positiva. A veces, precisamente lo contrario es lo relevante y apropiado.
B) Es más que recomendable bifurcar a los países del mundo por lo menos, en su situación socio económica, entre los países desarrollados y los países en desarrollo.
C) En el caso específico y concreto del pueblo judío, es imposible (imperdonable) omitir que un pueblo que perdió un tercio de sus hijos -en las garras nefastas del Holocausto- no puede verse a sí mismo indiferente frente a su crecimiento y desarrollo natural como pueblo.
D) En el caso específico del Estado de Israel, el aumento de su población judía es esencial y primordial, para resguardar, asegurar y fundamentar su visión de Estado judío y democrático.
E) El «way of life» del pueblo judío (tanto en la diáspora como en Israel), es occidental y liberal, adoptando por ello, las «normas» y costumbres relevantes a tales sociedades, en lo relativo al número de hijos por familia. Ello, lógicamente, preservando, las consideraciones y los estudios a los grupos étnicos o religiosos, cuya actuación es distinta diametralmente a las referidas «normas». Por ejemplo, los árabes israelíes, los sectores ortodoxos en Israel y en la diáspora y otros.
Un hijo, un perro y un psicólogo
Retornando a nuestro análisis anterior, debemos señalar y destacar que aparecen, por lo menos, 3 causas fundamentales que están provocando la disminución masiva, y casi galopante, de la población judía en la diáspora:
1- Bajísimo porcentaje de reproducción natural.
2- Asimilación masiva.
3- Inmigración a Israel.
El porcentaje de reproducción natural de los judíos no es materia simple de analizar. Hay variantes en el tiempo y el lugar, en las costumbres y la apreciación de lo nacional. Todos ellos influyen y crean situaciones, a veces opuestas entre sí.
Examinemos, someramente, otras cifras relevantes:
– Entre los años 1850 y 1900, el crecimiento natural en los países más desarrollados, según fuentes de las Naciones Unidas, era de 10 por 1000. Entre los mismo años, en el seno del pueblo judío los números eran 17 por 1000. En otras palabras, en aquellos años, los judíos tenían una tasa de crecimiento natural superior a la de los países desarrollados y a la de los países no desarrollados.
– 50 años después, en 1950, el crecimiento natural en los países desarrollados, era de 13 por 1000 y en los países no desarrollados, del 18 por 1000. En ese año, el crecimiento natural del pueblo judío había descrecido del 17 por 1000 al 4 por 1000.
– A fines del siglo 20, en los países desarrollados se llegaba solo a 8 por 1000, en tanto en los países no desarrollados era de 19 por 1000. En el seno del pueblo judío el crecimiento natural era 0. Es decir, que, desde entonces hasta hoy en día, el pueblo judío no recibe en sus filas de un padre y una madre judíos lo necesario para guardar sus cifras estadísticas siquiera. El termino medio es de poco menos de dos hijos por familia, lo cual no es suficiente, dado que no todos los nacidos llegan a sobrevivir o a ser padres de familia a su vez.
Paradigmático, y casi irrisorio, es recordar una conclusión «académica» que fuera incluida en un estudio demográfico americano judío: «… la familia tipo en el seno de la comunidad judía de América, tiene un hijo, un perro y…. un psicólogo…»
Asimilación
Pasemos ahora a señalar algunas características de la asimilación.
En el ultimo censo realizado por las comunidades judías de Estados Unidos (censo que se realiza cada decenio y que permite aquilatar cambios y transformaciones demográficas) se constató meridianamente, que 300.000 judíos americanos habían «desaparecido» de la comunidad.
Es decir, 300.000 judíos que se catalogaban y censaron como tales, diez años antes, se borraron del judaísmo voluntariamente, dejaron de sentirse judíos, cesaron de participar en actividades sociales o religiosas judías, se ausentaron de manifestaciones comunes de «israelí centrismo» sionista, se separaron de la tradición y la religión judías y, en parte, eligieron otras religiones.
Otro aspecto absorbente hacia la asimilación pasiva, es la identificación casi raigal, que sienten los judíos americanos con el americanismo. La libre y democrática sociedad americana, está abierta de par en par a ellos. Por lo tanto, y muy lógicamente, son parte activa y viva de la política, la economía, las costumbres, el ejército, el idioma, la cultura, las comunicaciones, la literatura, la academia, etc.
Ello es -sin duda alguna- positivo, y fue soñado y buscado por los judíos en su historia diaspórica.
Adjuntemos unas cifras elocuentes y sorpresivas:
– El 65% de los judíos americanos no ha visitado nunca Israel.
– 1 de cada 2 judíos americanos, produjo matrimonios exogámicos.
– Cerca de dos tercios de los niños judíos americanos, en edad escolar, no reciben ninguna educación judía.
La asimilación es un fenómeno que va claramente, en ascendencia continua en casi todas las comunidades judías diaspóricas atacando frontalmente, primero, a las comunidades pequeñas y luego, sin clemencia, a las grandes.
Cuántos y quiénes
Para finalizar, cabe destacar un abierto y crucial interrogante, básico a la demografía judía. Se trata de la raíz misma del comienzo del concepto de demografía judía: ¿quién es considerado judío?
Más de una conferencia de los demógrafos del judaísmo se ha iniciado con las siguiente paradoja: «… El primer dato básico que debemos entregar es ¿cuántos somos los judíos? Sin embargo, y dado que aun no se ha determinado clara y aceptadamente quién es judío, aceptemos, estoicamente, que si no sabemos quién lo es, determinemos, al menos, cuántos son.”
¿Quién es, en verdad, judío ? ¿Aquellos que solamente de acuerdo a las leyes halájicas lo son? ¿Aquellos que se «sienten» judíos? ¿Aquellos que son judíos de acuerdo a Ley del Retorno del Estado de Israel ? ¿Aquellos que pasaron conversión no ortodoxa? ¿Aquellos que actúan, se declaran y se sienten judíos?
No hay mejor momento que una buena serie de interrogantes, para detenerse, cesar de leer estas líneas… y ponerse a pensar y conversar al respecto.