Argentina:

Desatinado informe sobre Desarrollo Humano

El conocido analista Daniel Muchnik calificó de desatinados dos recientes informes internacionales que ubicaron a Argentina como el país más rico o con mayor Desarrollo Humano de América Latina. Informar desde Washington que cada argentino tiene una riqueza de casi 130.000 dólares sonó poco convincente, subrayó Muchnik al comentar recientes documentos difundidos por el Banco Mundial (BM) y el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).

A juicio del investigador del diario porteño ‘Clarín’, para llegar a semejante conclusión, en un país con el 40% de la población inmersa en la pobreza, el BM utilizó indicadores que no toman en cuenta la situación real sino la potencial.
Explicó que la entidad financiera incluyó en su valoración rubros como el capital intangible, entre ellos el humano (educación) y la infraestructura institucional (la valoración de sus instituciones públicas).
El PNUD empleó el índice de Desarrollo Humano, una medición que, según el experto, en el peor momento de la crisis argentina (2001) situó a esta nación en un lugar de privilegio sobre el resto de la región, tras omitir en toda su dimensión la devaluación del peso.
De esa manera, Buenos Aires figura con un Producto Interno Bruto por habitante muy elevado, unido a altas tasas de alfabetización, de matriculación escolar y de esperanza de vida, en algunos casos con indicadores anteriores a la debacle de 2001-2002.
Muchnik sostuvo que si algún valor tienen esas curiosas formas de medición es “para determinar no precisamente la riqueza o el desarrollo humano, sino el enorme abismo existente entre la situación socioeconómica real y la potencial”.
En otras palabras, Argentina sobresale por lo que carece y no por lo que tiene, porque no basta considerar la riqueza de un estado sino cómo se distribuye entre sus habitantes, enfatizó.
Sobre el particular indicó que en determinadas naciones, ricas, medianas o pobres, no todos tienen el mismo acceso a los bienes, a la educación, a la salud y a otros valores tangibles o no.
“En este punto, los informes no precisan cuánto podría mejorar la situación económica y social si el 20% de las capas más ricas dejara de acaparar más de la mitad de los ingresos como sucede en Argentina”, señaló.
La otra fotografía, aquella que patentiza el estado auténtico de las cosas, muestra un país con un ingreso promedio 30% inferior a 1998, cinco millones de pobres más (en total 15 millones) y un desempleo 30% más alto, destacó.
Concluyó que las controvertidas estadísticas “valen más por lo que no exhiben u ocultan que por la realidad que dicen medir”.