La comunidad judía de Nueva Orleáns todavía cuenta sus pérdidas materiales. A pesar de la ayuda económica y social que recibieron de las demás comunidades de los Estados Unidos y del Estado de Israel, a medida que baja el agua, deben afrontar la difícil realidad que dejó Katrina: muertos, sinagogas sumergidas, casas destruidas y cientos de evacuados.
Botes y canoas, bajo la dirección de la federación judía local, buscaron dentro de las casas y los departamentos a los judíos desaparecidos. De acuerdo a su director, Adam Bronstone, pudieron ser rescatadas unas 30 personas.
“Estamos convirtiéndonos en una oficina que busca gente perdida”, explicó Bronstone, estimando que habría 50 personas más aún no encontradas.
Zalman Shmotkin, portavoz del equipo de rescate de Jabad Lubavitch, reportó la muerte de dos ancianos, residentes de Nueva Orleans, quienes fallecieron cuando estaban evacuando sus casas. Las dos víctimas -Meyer Lachoff y Lena Feingold- vivían en Waldenberg Village en Metairie, Los Angeles.
Shmotkin agregó también que habría buena razones para creer que, por lo menos, hay dos muertes fatales más.
Un reporte de la JTA (Jewish Telegraphy Agency) informó que hay 3 israelíes perdidos en el área. En Metairie, 4 sinagogas están sumergidas bajo el agua y las autoridades no saben si podrán ser re-abiertas para los servicios.
“Los judíos de Nueva Orleáns -explica Bárbara Raynor, portavoz de la Federación Judía de Houston- se están enfrentando con el hecho de que se tendrán que quedarse aquí (por Houston) un largo tiempo. Esta semana, los padres llevaron a sus hijos a comparar útiles escolares para crear una ambiente de normalidad”.