Kofi Annan ya se había entrevistado, el pasado domingo 13 de marzo, con el premier israelí Ariel Sharón, en un encuentro calificado de «cálido» por fuentes de la Oficina del Primer Ministro de Israel.
«El secretario general ha demostrado una gran amistad con Israel y ha actuado contra el antisemitismo en el mundo, por lo cual le damos una calurosa bienvenida a Jerusalem», declaró Sharón en su oportunidad.
El político israelí también agradeció los esfuerzos puestos en el proceso de paz y expresó su deseo de que «esta visita sirva para promover un acercamiento en las relaciones entre Israel y las naciones Unidas y aporte al avance de la paz en la región».
Kofi Annan, por su parte, afirmó que como miembro del «Cuarteto de Madrid» (que además de la ONU, está compuesto por Estados Unidos, Rusia y la Unión Europea), «es un placer trabajar con Abbas y hacer avanzar el proceso».
Annan ha tratado de dar un impulso a las relaciones con Israel relaciones mediante una batería de iniciativas encaminadas a luchar contra el antisemitismo y a recordar a las víctimas del Holocausto, como la sesión especial que la Asamblea General dedicó al 60 aniversario de la liberación del campo de exterminio de Auschwitz.
Se espera que Annan también se reúna con muchos de los 30 líderes mundiales que asistirán el martes y el miércoles a la inauguración del nuevo Museo del Holocausto en Yad Vashem, el monumento conmemorativo de las víctimas. Los presidentes de Polonia, Bosnia, Croacia y Serbia, los primeros ministros de Francia, Italia y Holanda, y varios ministros de Relaciones Exteriores de países europeos figuran entre los invitados.
Cabe destacar que también, el viaje de Annan tiene su parte personal dado que su esposa, Nane, es la sobrina de Raoul Wallenberg, el diplomático sueco que salvó a decenas de miles de judíos durante la Segunda Guerra Mundial antes de desaparecer, según se cree, a manos de miembros de los servicios de inteligencia soviéticos.