«El derecho de los residentes de Cisjordania a usar ciertas carreteras depende de la etnicidad», afirma el informe.
La ONG B’Tselem señala que cerrar carreteras a los palestinos se sustenta en una «la premisa racista de que todos los palestinos suponen un riesgo para la seguridad y, por lo tanto, es justificable restringir su movimiento. Una actitud racista que se ha convertido en una política que daña indiscriminadamente a los palestinos y viola la ley internacional». Según el informe, lo que diferencia a la política israelí del apartheid es que Israel las aplica en nombre de la seguridad .
El primer ministro israelí, Ariel Sharon, aplazó, provisionalmente, la construcción de 1.300 viviendas en colonias de os territorios ocupados.
