En el acto de Memoria Activa, del pasado 17 de julio, el periodista Horacio Verbitsky informó de la desclasificación de una información de la Cancillería local en la que el embajador argentino en Israel, al momento del atentado, informaba acerca de un posible acuerdo entre Rabin y Menem para construir una verdad que terminaría siendo parte de la verdad oficial. ¿Qué opinión le merece esa información? ¿Usted la conocía?
Ninguno de los miembros de nuestra delegación estaba al tanto. Preferiría no hacer comentarios sobre ello hasta tanto podamos revisar el o los documentos respectivos.
El objetivo de los judíos argentinos, y de las comunidad judía internacional, en realidad el mundo occidental civilizado debería ser no ocuparse de temas controversiales que alejan la atención del objetivo de iniciar y llegar a concluir una investigación adecuada y el juicio de los culpables reales del atentado y de aquellos que impidieron las investigaciones iniciales.
¿Cuál es su opinión respecto a las declaraciones de la primera dama, Cristina Fernández de Kirchner, cuando habla de algún grado de complicidad de cierta dirigencia comunitaria en el resultado de las investigaciones?
Lamento que haya hecho ese comentario porque, nuevamente, creo que es una distracción de lo que debería ser el foco para que se haga justicia.
Cuando el AJC dice que hay que llegar a la verdad, ¿cómo se hace para arribar a ella si se siguen ocultando deliberadamente pruebas y se obstruye la posibilidad de llegar a ellas? Pensemos, como para dar un ejemplo, en la pista siria denunciada o la misteriosa desaparición de los cassettes. Dentro de la comunidad hay mucha gente que cree que ya no se puede seguir siendo protocolar.
Los dirigentes de la comunidad tienen la obligación suprema hacia los familiares de las víctimas y hacia el imperio de la ley en su propio país. Deben estar unificados y tener un foco común. Con respecto a Siria y los dichos del señor Verbitsky, creo que se deben hacer todos los esfuerzos por llegar a la verdad.
Existe un informe de un congresista norteamericano, el “Informe Bodansky”, en el cual ya se mencionaba la pista Siria. Este informe, que aparece al poco tiempo del atentado, fue ocultado por la dirigencia local y los abogados de la querella oficial. Si bien aparecía en el expediente como un anexo, el informe no fue dado a conocimiento público. Lo dicho por Verbitsky en Memoria Activa solamente ratifica algo que ya existía en la causa y que era conocido por unos pocos que se dedicaron a ocultar dicha información y no investigarla. ¿Qué nos puede decir al respecto?
Como dije antes, debe haber una investigación adecuada y absolutamente completa en todos los aspectos, incluso los que lleven a denunciar encubrimientos. Si esa investigación demuestra un esfuerzo deliberado de alejar la investigación de Siria, de la SIDE, de la policía o de dirigentes judíos, eso tiene que quedar expuesto. Le vamos a pedir al Presidente Kirchner y al cuerpo diplomático que sean veraces con sus palabras.
¿Qué es lo que siente después de los actos por el aniversario del atentado?
Orgullo -por mí y por nuestra delegación de 22 personas- de haber podido participar como testigo y haber podido estar presentes. Todas las presentaciones, los discursos, las canciones, la emoción fueron realizadas brillantemente. Cada uno de los oradores tuvo fuerza, congruencia y se focalizaron en los temas adecuados. Me siento orgulloso de estar con la comunidad judía Argentina y de poder compartir la experiencia con ellos.
¿Puede hacer algún comentario respecto al incidente sucedido con la extraña aparición y desaparición de los 45 cassettes?
Más allá de este lamentable incidente, lo importante es que la voluntad política expresada por el Presidente Kirchner para avanzar en la búsqueda de la verdad y la justicia se mantenga firme e inalterable. Tenemos confianza en que movilizará todos los recursos necesarios para identificar a los verdaderos culpables de este crimen de lesa humanidad, llevarlos a juicio y acabar con la impunidad con que se ha caracterizado al caso AMIA.
RECUADRO
“No damos premios por promesas”
Nueva Sión consultó también a Goodkind por el papelón organizado por los dirigentes de la DAIA Jorge Kirszenbaum y Julio Toker, el pasado 5 de mayo, en ocasión de la invitación que recibiera el Presidente Kirchner a hablar en la cena anual de la organización americana:
“El AJC no invitó al Presidente Kirchner con el objetivo de darle un premio, de hecho el AJC no da premios por promesas o por hermosas palabras, sino -solamente- por hechos concretos.
Creíamos, y aún creemos, que las palabras del Presidente Kirchner, con respecto al atentado a la AMIA, fueron elocuentes. Fue desafortunado que la DAIA hubiera tenido la impresión que íbamos a entregar un premio. Pero no quiero hablar más del tema porque esta controversia crea una disputa dentro de la comunidad judía de la Argentina y no queremos estar involucrados en ello”.