Argentina

Kirchner destituyó al ministro de Justicia Gustavo Béliz

En su primera crisis de Gobierno que termina con cambios bruscos en el Gabinete, el Presidente argentino, Néstor Kirchner, destituyó a su ministro de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos, Gustavo Béliz, y a sus principales colaboradores, por desacuerdos en la política de seguridad pública. Beliz, quien fue ministro de Interior de Carlos Menem y es vinculado al el Opus Dei, atribuyó su caída a "sectores mafiosos" enquistados en los organismos de inteligencia, SIDE. El trasfondo de la crisis es, para los analistas, la falta de una dirección clara en el Gobierno sobre cómo hacer frente a la protesta social. Y su frutilla del postre, la declaración por la que Béliz calificó de “papelón” la mágica o milagrosa aparición y desaparición de los 45 (de 66) cassettes conteniendo escuchas telefónicas a Telleldín seriamente involucrado en la Causa AMIA. Béliz -quien fuera reemplazado por Horacio Rosatti- apunta directamente a Jaime Stiusso, quien lo vinculó con los crímenes de la última dictadura militar y "operaciones muy oscuras y turbias y hasta papelones internacionales como el tema AMIA".

A pocas horas de volver al país, luego de su corta gira por Bolivia y Venezuela, el presidente decidió el corrimiento inevitable de Gustavo Beliz al frente del Ministerio de Justicia, anunciado por el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, producido por los acontecimientos en los últimos días y las expresiones de el ex ministro que aceleró el proceso.
Beliz fue reemplazado por Horacio Rosatti, actual Procurador del Tesoro y conocido por sus estrechos vínculos de amistad con Kirchner. Es doctor en Ciencias Jurídicas y Sociales, fue decano de la Universidad Católica y se lo considera un experto en Derecho Administrativo. Hombre del ex gobernador y actual senador (por Santa Fe) Carlos Alberto Reutemann. Ocupó dos cargos en la administración provincial: secretario general de la Gobernación y, después de un intervalo breve, subsecretario de Asuntos Legislativos.
Entre 1995 y 1999 fue intendente de la ciudad de Santa Fe. Y durante la presidencia de Eduardo Duhalde lo designaron conjuez de la Corte Suprema de la Nación, puesto que compartió con dos ex ministros de Justicia: León Carlos Arslanián y Ricardo Gil Lavedra.
El otro cambio fue el del secretario de Seguridad Interior Norberto Quantín, cuyo cargo ocupará Alberto Iribarne, Síndico General de la Nación, calificado de dirigente peronista de trayectoria y entusiasta aliado de la candidatura de Kirchner a la presidencia. Fue secretario de Seguridad en 2002, cuando el ministro era Juan José Alvarez. Antes, durante el gobierno de Carlos Menem, fue segundo de Carlos Vladimiro Corach en el Ministerio del Interior y diputado nacional por el justicialismo porteño.
En 1999, cuando la Alianza de Fernando de la Rúa llegó al poder, Iribarne actuó como coordinador de campaña de Duhalde. Con el actual Jefe de Gabinete Alberto Fernández, se alinearon detrás del ex gobernador bonaerense en la guerra contra Carlos Menem; y juntos apoyaron la candidatura de Domingo Cavallo a la Jefatura de Gobierno de la Ciudad.

Los sucesos

La imagen de Béliz, deteriorada por una aparente falta de decisión en la forma de abordar la expresión pública de estos problemas sociales -marchas callejeras, corte de vías y ocupación de locales públicos y de empresas privadas-, cayó definitivamente el viernes 16, cuando un grupo de personas atacó la Legislatura de Buenos Aires.
Los desmanes provocados por un pequeño sector en medio de una enorme manifestación que acudió a protestar por un nuevo Código de Convivencia Urbano que se intenta aprobar no encontraron intervención policial, cuya acción fue pobre e ineficaz.
De acuerdo con transcendidos, Kirchner habría dado instrucciones precisas para evitar desbordes, pero no fueron implementadas por Béliz y Quantín, a quienes correspondía hacerlo.
Igualmente, casi una semana después de aquel día fatídico, otra manifestación se dirigió al mismo Palacio de la Legislatura, pero esta vez estaba desplegado el dispositivo ordenado por el gobernante y no pasó a mayores, por el contrario, ocurrió incluso un positivo diálogo entre líderes piqueteros y diputados capitalinos.
No obstante, también en este caso, la intervención presidencial fue necesaria, porque su orden de que los efectivos policiales no portaran armas de fuego letales estaba siendo desobedecida, pero una inspección sobre el terreno pudo abortar ese desacato, lo cual conllevó al reemplazo del jefe y el subjefe de la Policía Federal.
La forma en que Béliz dio a conocer estos cambios en la cúpula policial y una corriente de opinión totalmente contraria al proceder de Quantín son los dos principales ingredientes para los resultados anunciados anoche.
Béliz, además, tuvo una expresión relacionada con el anuncio de Kirchner sobre la supuesta aparición de 45 cassettes con grabaciones vinculadas a la causa AMIA.
Recordemos que el 19 de julio pasado, un día después de los actos por el décimo aniversario del ataque a la AMIA, Kirchner recibió en la Casa de Gobierno a Abraham Kaul, a otros dirigentes de la colectividad local y a 22 representantes del Comité Judío Argentino que llegaron al país para participar del homenaje a las 85 personas fallecidas en el atentado.
El pasado viernes 23 de julio Kaul declaró ante el juez Bonadío, bajo juramento, y confirmó que Kirchner comunicó el hallazgo de los cassettes.
Fuentes judiciales dijeron a la agencia DyN que los investigadores presumen que un funcionario del Ministerio de Justicia, basándose en información que habría sido aportada por la SIDE, brindó a Kirchner la noticia sobre la recuperación de las cintas.
Pero Kirchner, unas 22 horas después, contestó que sólo se había referido a la aparición de los recibos de recepción de esos cassettes.
En rueda de prensa, Béliz utilizó la expresión “papelón” al referirse a todo lo acontecido con respecto a los cassettes y las declaraciones posteriores.
Menos de una semana después del todavía no esclarecido equívoco, Kirchner relevó a Beliz de su cargo.

El “impresionante” Stiusso

El ex titular de la SIDE, el menemista Miguel Angel Toma, afirmó que en reuniones con la CIA y el MOSSAD pudo apreciar que «el prestigio internacional» del Director de Contrainteligencia, Jaime Stiusso, «es impresionante».
Stiusso ha sido muy cuestionado por el ahora desplazado ministro de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos, Gustavo Beliz, quien lo vinculó con los crímenes de la última dictadura militar y «operaciones muy oscuras y turbias y hasta papelones internacionales como el tema AMIA».
Sobre la SIDE el ex ministro dijo que «es lo más turbio y sucio del Estado y nadie quiere reformarla» e incluso confió que le dijo al presidente Néstor Kirchner y Cristina Fernández que «era imposible
avanzar contra el crimen organizado si no reformábamos la SIDE».
En cambio para Toma la SIDE «es uno de los organismos más transparentes y más eficientes» del Estado e incluso dijo que «es uno de los organismos, para defender al país de las distintas amenazas, del máximo nivel de calidad de sus cuadros y de verdadera transparencia en su conducta».
Cuando le consultaron si la trayectoria de Stiusso era impecable, Toma contestó: «Absolutamente» y abundó con que «es un hombre de una formación en el área de inteligencia reconocido internacionalmente»
«He viajado y he estado en reuniones con la CIA con el MOSSAD y el prestigio, incluso internacional, de este hombre es realmente impresionante… obviamente trabaja en el anonimato como cualquier agente de inteligencia por su propia seguridad y de su familia», agregó.

Iribarne

En la secretaría de Seguridad asumirá Alberto Iribarne. Iribarne fue segundo de Corach en el Ministerio del Interior, pero además fue hombre de Cavallo cuando éste impulsaba la candidatura de Gustavo Béliz a la jefatura de la ciudad, y paseaba por las villas en auto blindado con el ideólogo de la tolerancia cero, William Bratton.
Y un dato más: además de íntimo de Corach, Iribarne fue el segundo de Ruckauf en el Ministerio del Interior cuando se produjo el atentado a la AMIA.