El plan de la cancillería israelí propone que el futuro sepelio de Arafat se lleve a cabo en la localidad de Abu Dis, en el límite de Cisjordania con el distrito de Jerusalem, la cual ha quedado dividida por la construcción del llamado “Muro de defensa” que está construyendo el Gobierno israelí.
Se recomienda que, en caso de que Arafat enferme, debe ser enviado al exterior para recibir tratamiento médico y evitar la posibilidad de que se pueda acusar a Israel de matarlo si llegara a fallecer.
El vice primer ministro Ehud Olmert afirmó que “Israel no tiene ninguna intención de atacar a Arafat o cambiar sus condiciones de vida”.