Acto por el décimo aniversario del atentado a la AMIA

Símbolo de la partición comunitaria

Se avecina el décimo aniversario de la conmemoración del atentado a la AMIA y este año, más que nunca, se visualiza al acto central como el paradigma de la partición interna que reina entre las instituciones centrales de la comunidad judía y los tres grupos de familiares. A pesar de ello, y tratando de centrarse como un factor unificador -pero también debido a la imposibilidad de lograrlo- las autoridades de la AMIA resolvieron realizar el acto central el próximo domingo 18 de julio, a las 9.54, frente a su reconstruida sede de la calle Pasteur.

Por Guillermo Lipis

“Deberíamos de poder estar todos juntos”, confió una fuente oficiosa de la AMIA a Nueva Sión, “pero sabemos que eso resultará poco menos que imposible”.
“Si bien entre los familiares podría haber algún tipo de acuerdo, ninguno de los grupos quiere compartir el estrado con la dirigencia de la DAIA. Nosotros, refiriéndose a la AMIA, si bien no estamos de acuerdo con esta dirigencia -hoy bajo el mando de Jorge Kirszenbaum y Julio Toker, quienes no renunciaron a sus puestos- no queremos atentar contra la institución”.
Sin embargo, parece difícil que todos puedan juntarse como por arte de magia. Algunos grupos por la DAIA y otros, por ambas instituciones. Lo cierto es que a diez años del atentado, las consecuencias de las irregularidades, las obstrucciones, la nefasta investigación y las acciones u omisiones con las que se movieron los distintos actores (instituciones, familiares y los poderes del Estado y sus organismos) arrojaron una crisis inédita sobre las posiciones comunitarias que está explotando en las propias entrañas del poder institucional.
La AMIA, como un intento de centrarse en factor aglutinante convocó a todos. Y, hay que decirlo, seguramente Abraham Kaul, actual Presidente de la AMIA, intentará erigirse como la corporización de esta propuesta: “el 18 de julio, a las 9.53, en la sede de Pasteur al 600, vamos a estar en el palco con un mensaje; y no excluiremos a nadie. El palco estará abierto para instituciones y familiares que quieran plantear sus disidencias a través de los discursos”.
Memoria Activa, como siempre, realizará su acto independiente. En este caso lo hará el sábado 17, a partir de las 19,30 horas, en la Plaza de la Memoria (frente al Palacio de Justicia en la Plaza Lavalle) que culminará uniéndose a la convocatoria de la juventud en la vigilia nocturna que siempre realizan frente al edificio de la AMIA.
Los otros dos grupos de familiares están prestos a tomar alguna decisión.
Y la DAIA se encuentra en su peor momento político a raíz de una dirigencia política desprestigiada, que ha sabido perder los favoritismos de la interlocución del Gobierno -producto de los gruesos errores cometidos, recientemente, en los Estados Unidos en ocasión de la visita del Presidente Kirchner a la cena anual del American Jewish Committee-, y con un Presidente licenciado, Gilbert Lewi, quien espera un hecho que nunca sucederá: la autocrítica de sus pares antes de reasumir.
“El problema no es ideológico”, dijo Lewi a Nueva Sión. “El problema es que hay que hacer una autocrítica de lo realizado en la última década en la DAIA. No voy a seguir siendo Presidente de la DAIA si no hay una revisión ética y moral”.
Pero Lewi debería considerar que ello resulta altamente improbable dado que si no lo hicieron hasta ahora, ni siquiera durante el período de ejercicio de su corta presidencia, no hay ningún motivo para que sus pares lo hagan a la sombra de su licencia.
Mientras la causa derrumba, así están las cosas en el frente interno. Hoy nadie reconoce a nadie, nadie quiere aparecer como responsable de una debacle que ya aparece como inevitable.