Quieren investigar la manipulación de informes sobre Arafat

La oposición israelí exige una investigación por la “información errónea” que los servicios de Inteligencia Militar proporcionaron al Gobierno al inicio de la Intifada sobre las intenciones del presidente palestino, Yasser Arafat. El diario israelí ‘Haaretz’ dio a conocer de que el antiguo jefe de la sección palestina de Inteligencia Militar, Efraim Lavie, se sumó a los miembros de la oposición que exigen se investigue a Amos Guilad, jefe de la unidad de Investigación al inicio del levantamiento palestino, quien informó a los dirigentes políticos israelíes de que Arafat no era un socio para la paz.

“Puedo decir, inequívocamente, que en las evaluaciones oficiales del Departamento de Investigación no hay fundamento para esta concepción predominante hoy en día” en la que se afirma que Arafat siempre estuvo interesado en destruir, por la demografía y con la aplicación del derecho al retorno de los refugiados palestinos, el carácter judío de Israel, afirmó Lavie.
Lavie, que trabajó a las órdenes de Guilad, afirmó que a veces las evaluaciones iban más lejos que las valoraciones oficiales e incluían afirmaciones que no estaban basadas en informaciones.
Según ‘Haaretz’, Lavie, un veterano oficial de Inteligencia que hasta ahora se ha negado a conceder entrevistas, decidió hacer declaraciones sobre este asunto a fin de “proteger la reputación y la credibilidad de la Inteligencia Militar”.
La semana pasada, el general Amos Malka, jefe de Inteligencia Militar cuando comenzó la Intifada, informó a ‘Haaretz’ de que Guilad convenció al Gobierno de Barak de que no existía un socio para la paz en un momento crítico, cuando ambas partes negociaban en el balneario egipcio de Taba en enero de 2001. Malka informó de que Guilad, hoy jefe de seguridad diplomática del Ministerio de Defensa, tuvo un papel muy significativo a la hora de persuadir a mucha gente.

Beilin: «una conspiración escandalosa»

El presidente del partido Yahad, Yossi Beilin, describió el reporte de Haaretz como “una escandalosa conspiración entre ciertos elementos en defensa del establishment y un concepto radical del gobierno de Sharón que se agruparon para engañar al publico israelí por más de tres años, diciendo que no había un socio para la paz”.
Beilin dijo que el descubrimiento socava el principal argumento de Sharón para una movimiento unilateral y llamó a que el Gobierno reasuma el diálogo con las autoridades palestinas.