La renuncia de Effi Eitam (tanto como la del viceministro de Asuntos Sociales, Isaac Levy), avalada por el rabino Mordejai Eliahu -ex Gran Rabino de Israel (quien estimuló esta decisión)- no es, por ahora, la del conjunto del partido ultra nacionalista, el que decidirá si sigue los pasos de su líder o si, por el contrario, permanecerá en el Gobierno al que hoy todavía pertenece.
Matiz nada desdeñable ya que si este partido de derecha abandona a su “compañero de armas”, éste perderá la mayoría parlamentaria de la que dispone (61 diputados sobre los 120 de la Knesset, se quedaría con 55), lo que obligaría a sumar a los laboristas en un nuevo Gobierno de Unidad Nacional o a convocar nuevas elecciones próximamente.
Esta es la primera consecuencia política de la aprobación de una futura evacuación de la Franja de Gaza.
Una evacuación que no será aprobada en detalle hasta dentro de nueve meses, en marzo de 2005.
Arafat
A favor de la evacuación, pero no de la manera propuesta por Sharón, se manifestó desde Ramallah, Yasser Arafat, a quien Hosni Mubarak, Osama al-Baz y el general Omar Suleimán, han puesto contra la pared.
Tanto es así que Arafat manifestó estar de acuerdo con el plan de seguridad egipcio (que conlleva entre otras cosas la reducción de los cuerpos de seguridad palestinos de 12 a 3, el control de estos 3 por parte de un nuevo ministro de Interior, y el respeto absoluto de las decisiones tomadas por el Primer Ministro pelestino Abu Ala.
Arafat aprovechó, de todos modos, para atacar la política del actual gobierno de Israel: “Dicen primero que la evacuan; después lo retrasan 9 meses; y más tarde habrá que votar, una a una, las 4 etapas incluidas en el plan. ¿A quién quiere engañar Sharón?”