Pilar Rahola y la polémica sobre la propaganda en el conflicto del Medio Oriente 2:

El revés de la trama: Carta abierta a los señores que apoyan a Pilar Rahola*

El abajo firmante declara su más absoluta protesta contra los señores que apoyan a la periodista y escritora española Pilar Rahola, y expresa su total adhesión a la crítica expuesta en el periódico Nueva Sión en ediciones recientes.
En momentos en que el pueblo de Israel y el pueblo palestino de los territorios ocupados por el ejército israelí, se encuentran bajo constante ataque terrorista del Hamas y la Jihad, y de los legionarios de élite de Tzahal, y cuando el pueblo palestino está siendo masivamente demonizado en el Estado de Israel y en todas las diásporas del mundo a través de la «hasbará» (esclarecimiento) de los funcionarios del Primer Ministro, nos resulta de un alto valor ético y periodístico la actitud de este medio de prensa judeo argentino, imparcial y digno de la libertad de prensa, cuya objetividad da cabida en sus páginas a los defensores de la política del Gobierno de Israel y, asimismo, a los que disienten con ella.
“Valoramos el debate en la certeza de que en la pluralidad está la continuidad de la vida” -dicen en la carta-. Yo lo practico como norma ética y moral del periodista que pone la verdad por encima de todo.
Pero cuando el debate es entre nuestro derecho y el de los palestinos a existir, y del otro lado el odio de los fanáticos, la idea del debate resulta una negación de la muerte violenta y justificada.
“Pilar Rahola es una de las pocas personalidades de la izquierda europea que defienden enfáticamente y sin complejos el derecho de Israel a una existencia libre y soberana”, proclaman en la carta. Aunque ella se olvida, sistemáticamente, de defender iguales derechos de nuestros vecinos palestinos. “Rahola es una intelectual rigurosa y valiente”, cuando se trata de defender de manera vergonzante la política de guerra de Ariel Sharón.
“No suscribe a ninguna línea política israelí, ni necesariamente coincide con el actual gobierno”, continúan… aunque da la casualidad de que en todos su escritos omite, con sospechosa puntualidad y perseverancia, críticas hacia la ocupación, la bárbara conducta de parte de los jóvenes soldados educados en el sadismo, la arrogancia y el tiro al niño. Pero defiende al Gobierno de Israel de todos los ataques justos que depara diariamente -o por horas- la izquierda (en la cual me incluyo con honra) y los habituales de la derecha antisemita.
A Pilar Rahola hay que impugnarla con las verdades de la guerra sucia practicada en territorio palestino ocupado. Hay que invitarla a hablar y a escribir con el democrático derecho a réplica in situ. Es por ella misma, y por nuestra vocación de seguir siendo un pueblo libre, soberano y vivo junto al otro pueblo sojuzgado que también tiene derecho a ser libre, soberano y vivo.
Rahola ya recibe muchas críticas en su Europa natal por honrar a Israel y a la media verdad, y deshonrar al pueblo palestino que ella contribuye a demonizar con la otra media falencia.
¿Debemos los judíos y árabes que vivimos en Israel, que caminamos por las calles de Jerusalem, Tel Aviv, o Haifa, que tomamos las líneas de autobuses, nos sentamos en los restoranes y bares o paseamos por las peatonales, expuestos a las bombas de un grupo de fanáticos, sumar nuestras voces a esa absurda e irracional falta de objetividad del gobierno del señor Sharón y las guardias pretorianas que lo acompañan en Israel y la diáspora?
Lamentamos no poder aplaudirla por su «gesta» en Europa, en las que hay cada vez más condenas al Gobierno de Israel por sus reiteradas violaciones a las leyes del derecho internacional, a la ética de la conducta de un ejército ocupante.
Invito a los firmantes de la desdichada carta abierta a constituir la brigada internacional de los defensores de lo indefendible, viajar a Israel, hospedarse en casas de ciudadanos israelíes comunes, hacer la vida diaria de los mismos, ir de compras, de paseo, etc., en las mismas condiciones que todo el pueblo de Israel. O a vivir en forma permanente en Israel con sus familias… Con sus hijos sirviendo en Tzahal (el Ejército de Defensa de Israel), esperando con angustia su regreso los fines de semana. O la zozobra del lúgubre timbre que preanuncia la visita de un oficial del ejército para anunciar lo impronunciable…

Abi Ben Shlomo, Israel, 27 de abril de 2004

* En el intercambio de correos con Pilar Rahola, luego de la publicación en Nueva Sión de mi nota «Las dos caras de la moneda», le manifesté que si ella se ha sentido humillada por las expresiones sarcásticas y duras en la forma de la nota, las retiro y me retracto aunque sin quitar un punto ni una coma de mis juicios sobre su posición pro-sharonista. A raíz de este intercambio epistolar hemos podido conocernos mejor, en una forma más humana e íntima, aunque hemos llegado a la conclusión de que somos dos duros que no pueden ceder en sus puntos de vista clave. Y pese a mi más sincero aprecio, y al suyo, no podemos cejar en nuestras posiciones. Esta es la savia, la riqueza del debate, aunque Pilar tiene el apoyo de la «hasbará» y yo formo parte del batallón de periodistas e intelectuales que no se venden por un plato de lentejas. (A.B.Sh.).